El director de educación elemental del Instituto de Educación Básica del Estado de Morelos, Bernardino Pliego y Pliego, confirmó que en algunos planteles educativos de Hueyapan, una de las poblaciones más cercanas al coloso, los maestros junto con padres de familia determinaron suspender labores. No obstante, expuso que se dio la indicación de que las actividades sean reanudadas hoy mismo, y se retomarán las actividades de información y orientación a padres de familia y estudiantes.
Las medidas de prevención que se difunden en las escuelas son las contenidas en el programa de contingencia, que se ha dispuesto desde que inició la actividad volcánica en 1994 y que se ha ido adecuando conforme al comportamiento de este fenómeno en los últimos años.
Se considera básicamente recomendaciones emitidas por el área de Protección Civil, informó el funcionario. Esas disposiciones contemplan desde las recomendaciones en caso de una evacuación o desalojo, hasta el evitar la exposición a la ceniza volcánica. Refirió por ejemplo que cuando se registra lluvia de ceniza, se evitan las clases de deportes o cualquier actividad al aire libre, así como los recreos a la intemperie, pero en esos manuales se específica, destacó, en qué momentos se deben adoptar esas disposiciones, para prevenir afecciones y proteger a los estudiantes.
De acuerdo con la información de la Secretaría de Educación existen 120 planteles de nivel básico (es decir de preescolar a secundaria) en la zona de riesgo que comprende en Morelos, los municipios de Tetela del Volcán, Ocuituco, Zacualpan de Amilpas, Yecapixtla y Temoac.
Por su lado el secretario de educación Alejandro Pacheco Gómez indicó que se instruyó a los mandos medios, para que se haga una revisión de las condiciones en las que se encuentran las escuelas que están consideradas en el plan Popocatépetl como posibles albergues, con el fin de garantizar que se encuentren listas, conforme al semáforo de alerta.
El gobierno de estado dio a conocer que se han señalado 450 espacios como probables refugios, en caso de que fuese necesario el desalojo de la población en la zona de riesgo, y de ellos una gran mayoría son planteles educativos.