Fabiola Erreguín Juárez, subdirectora de capacitación y divulgación de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos (CDHEMOR), detalló que desde hace más de dos años el organismo capacita a los agentes municipales sobre el respeto, protección y defensa de las garantías individuales, así como sobre la función policiaca en el nuevo sistema de justicia adversarial en coordinación con la Procuraduría de Justicia de Morelos, el Tribunal Superior de Justicia, la Defensoría Pública y la CNDH.
La comisión está haciendo un esfuerzo por capacitar a los policías de los 33 municipios del estado con un curso denominado “Seguridad Pública y Derechos Humanos” que versa sobre el uso legítimo de la fuerza y armas de fuego, código de conducta de funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y los derechos humanos.
Indicó que en materia de derechos humanos, más del 90 por ciento de los policías han sido capacitados sobre el Protocolo de Estambul y los protocolos sobre el uso de la fuerza y armas de fuego.
“Se les enseña también que antes que servidores públicos son también seres humanos, y entonces evidentemente los primeros derechos que tienen que defender son los de ellos mismos y a partir de ahí, ellos pueden hacer su trabajado conforme a la ley sin excederse en el uso de la fuerza”.
“Por ejemplo que cuando llegan a hacer una detención y la persona no pone resistencia, no hay necesidad de golpearla; si la persona ya está sometida, no es necesario golpearla y es imprescindible que sea puesta al Ministerio Público lo más pronto posible y se haga una certificación para que haya constancia en qué condiciones los detenidos son entregados, pues el objetivo es preservar su integridad física para que puedan continuar con su procesos jurídicos”, explicó.
Señaló que durante los talleres se ha detectado que los agentes no siempre actúan de mala fe, sino que tienen ciertas creencias que van en contra de los derechos humanos y se ha insistido en que su actuación siempre tiene que ser el respeto y la preservación de la integridad física de las personas.
“Por ejemplo predominan mucho las costumbres que tienen, las creencias, hay policías que dicen nosotros lo golpeamos porque estaba borracho y es para que entienda que actuar de esa manera es malo, sin visibilizar que es una enfermedad, que es una cuestión de salud y que el hecho de ser golpeado no implica disminuir su alcoholismo, y todo este tipo de cuestiones se van aclarando con ellos”.
Indicó que respecto a la función policiaca en el nuevo sistema de justicia adversarial han sido capacitados cerca de 300 elementos, en coordinación con otras instituciones.