Suárez Huape, expuso que desde Morelos habrá integrantes de la red que se suman a esta movilización que realizan diversas instancias civiles y populares, con el Movimiento por la Paz y Dignidad, que habrán de recorrer más de 9 mil kilómetros para concluir el 10 de septiembre en Washington.
Cabe recordar que en el recorrido que realizará el Movimiento en Estados Unidos, se visitarán diversas ciudades, entre ellas, habrá actos en Los Ángeles, Phoenix, Tucson, Las Cruces, Alburquerque, Santa Fe, El Paso, Laredo, Mc Allen, Brownsville, Harligen, San Antonio, Austin, Houston, New Orleans, Jackson, Montgomery, Atlanta, Fort Benning, Louisville, Chicago, Cleveland, New York y Baltimore.
“Hasta este momento, más de 100 organizaciones de migrantes, iglesias, sindicatos, universidades, organismos no gubernamentales y autoridades locales de las diversas entidades de la Unión Americana, se han adherido a esta convocatoria. Del lado mexicano somos docenas de organismos ciudadanos que impulsamos esta iniciativa, entre ellos la Red por la Paz y la Justicia, desde el estado de Morelos.
El objetivo de la caravana es impulsar propuestas para cortar el flujo de armas ilegales a México, apoyando alternativas humanas y de salud respecto a la prohibición de drogas y demandando estrategias de seguridad efectivas y no violentas. También intentará mostrar la necesidad de una política humana de migración, en el marco de la política actual impuesta desde los Estados Unidos, donde y con el pretexto de un supuesto combate al narcotráfico, se permite el lavado de dinero proveniente del tráfico de armas, indocumentados, droga y contrabando; lavado de dinero que es casi "intocable", “sagrado”, para los gobiernos de México y EUA, siendo Sheldon Adelson, HSBC y Monex un botón de muestra de ello.
Durante un mes, la caravana México-norteamericana realizará actos y reuniones exigiendo al gobierno y sociedad de los EU una respuesta al profundo dolor causado por la fallida guerra en contra de las drogas y la absurda estrategia de seguridad militarizada. Esperamos se ponga en el tapete del debate político la doble moral de un gobierno incapaz de frenar la voracidad del mayor mercado consumidor de drogas en el mundo. Tenemos la esperanza de que se contribuya a frenar esta guerra. En ese contexto, qué mejor que ir al corazón del país que impone la guerra y la sangre como única alternativa. Es un hecho político que abrirá nuevas puertas y escenarios, sobre todo, cuando la caravana coincide con la calificación de la elección presidencial en nuestro país, tutelada hoy, ominosamente, por un general colombiano que tal parece será el emisario de la continuidad de la guerra, para tranquilidad de los negocios de los mercaderes de la muerte al amparo de una guerra que nosotros, la población, nunca pedimos” apuntó.