“Los resultados, publicados en la edición de septiembre de la Revista del Consumidor, mostraron que todos los productos analizados, con excepción de una marca, cumplieron con lo establecido por la referida norma en materia de la cantidad de lactosa que deben contener por litro, al tener menos de diez gramos, máxima tolerada”, detalló Adrián Terrazas, delegado en Morelos.
Asimismo, informó que el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor realizó el estudio de calidad en presentaciones enteras, descremadas, light, saborizadas y con grasa vegetal, así como a una fórmula láctea con grasa vegetal y un alimento lácteo con grasa butírica, ambos elaborados con un menor contenido proteico.
Por lo que después del estudio, determinó el contenido de proteínas de cada marca analizada; su tipo y cantidad de grasa y azúcar, además de que verificó su información comercial y calculó su costo por litro.
Y en este sentido, manifestó que “más que guiarse por su precio y marca, es importante que el consumidor conozca que la diferencia radica en la cantidad de nutrientes que aportan cada una de ellas y que definen si es o no una leche con baja lactosa”.
En cuanto al estudio realizado a las 27 marcas, “nos permitió detectar que todas las marcas, excepto una, presentaron menos de 30 gramos de proteínas propias de la leche por litro, que es la cantidad mínima establecida por la norma para poder denominarse deslactosada; asimismo, en lo que a materia de contenido se refiere, se observó que todos los productos cumplieron con lo que declaran en su etiqueta”.
Por ello, la Profeco lanzó la recomendación a los consumidores para que en caso de presentar alguno de los síntomas de intolerancia a la lactosa como son cólicos, gases y vientre hinchado, entre otros, acuda al médico a fin de confirmar que sea un problema derivado de la intolerancia al azúcar de la leche, y descartar que se trate de otro tipo de enfermedad.