El organismo realizó el operativo en el establecimiento con denominación “Alcoholes Mexicanos S.A. de C.V.”, donde se aseguró un total de 40 mil 314 litros de dicha sustancia y suspendió las actividades de la empresa.
Cabe recordar que las disposiciones federales existen desde hace varios años y existen antecedentes de daños en la salud como el ocurrido precisamente aquí en Morelos en 1994, por la venta de bebidas adulteradas, cuando según las cifras oficiales, murieron al menos 120 personas y las indagatorias apuntaron en aquel momento a una planta ubicada en el municipio de Temixco.
A través de un comunicado, la Cofepris detalló que esta acción concretada este fin de semana en Morelos, forma parte del programa de inspección que se realiza en las alcoholeras de todo el país, con el objeto de verificar que se cumple con el acuerdo del Consejo de Salubridad General, que establece disposiciones con respecto al etanol.
El reporte oficial indica que la referida empresa “no llevaba un estricto control y registro de la producción y venta del alcohol etílico, que se utiliza en el mercado ilegal para adulterar bebidas alcohólicas (…). Los verificadores federales encontraron evidencias de que se vendía alcohol sin desnaturalizar, al público en general, lo cual está prohibido por la regulación sanitaria”.
La Cofepris dio a conocer que además, la distribuidora no comprobó todos los procedimientos que establece la norma en la materia, como “los mecanismos de trazabilidad del alcohol etílico, a los que está obligada, por lo que se procedió a la incautación del producto”.
Asimismo, la comisión determinó que continuarán las actuaciones de los verificadores federales en Morelos, toda vez que se revisarán datos con los clientes de dicha empresa y proveedores.
El organismo argumentó que su actuación tiene como objetivo prevenir riesgos a la salud humana, se fundamenta en disposiciones ya publicadas en el periódico oficial de la Federación, que por tanto son vigentes, y en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. “Se ha comprobado que el consumo de bebidas adulteradas con estas sustancias tóxicas, puede provocar desde dolor de cabeza, vómito, irritación de membranas mucosas, hasta daños al sistema nervioso central, hígado, riñones y ceguera”, abunda el documento.
De la misma manera, se especifica que los usos pueden ser variables como por ejemplo en curación, pero las reglas establecen que su venta al público debe reunir ciertas características y condiciones específicas, puesto que el etanol y el alcohol etílico, por su toxicidad y poder adictivo, pueden ser de muy alto riesgo.
Cabe señalar que la Cofepris determinó la clausura de la citada empresa con carácter de temporal, de conformidad con el proceso correspondiente.