"Algunos gobernadores se han pronunciado por la legalización de la marihuana. Han argumentado que en la guerra contra el narcotráfico en el sexenio pasado hubo seis mil muertes, quiero decirles que durante ese mismo período, más de 560 mil personas murieron por drogas legales, el alcohol y el tabaco, la pregunta es ¿para qué quisiéramos tener una tercera?", expresó de forma contundente, al externar su preocupación por esta tendencia de legalización.
En el marco del informe de actividades del Centro de Integración Juvenil de Cuernavaca, el experto expuso que el consumo de drogas en el país es un problema de salud pública, implica tremendos resultados tales como que uno de cada cinco ingresos hospitalarios a urgencias, está asociado al consumo de alcohol, el cual además es la primera causa de muerte en jóvenes y adolescentes por accidentes automovilísticos en los que está presente este factor. El tabaco, abundó, es la primera causa de muerte prevenible en el mundo y tan sólo en México hay 36 millones de fumadores.
En los últimos años, sostuvo, es evidente el incremento en el consumo de marihuana y solventes, (7% en los últimos cinco años). Enfatizó que antes se trataba de personas en situación en calle, pero ahora los consumidores son en su mayoría jóvenes en edad de estudiar secundaria y preparatoria.
Manifestó de manera contundente, su postura en contra de la legalización, al señalar: "nosotros vemos con preocupación, que algunas personas, por intereses diferentes a la salud pública, se han pronunciado a favor de la despenalización, lo que nosotros sabemos con certeza, es que la disponibilidad de una sustancia aumenta su consumo".
Puso sobre la mesa otro aspecto de este debate público, al señalar que desde que se modificó el Código Penal y el de Procedimientos Penales en lo referente al narcomenudeo, se han comenzado a exponer puntos de vista sobre si causa o no daño, y "eso modifica la percepción de riesgo de los jóvenes porque ellos dicen, bueno si hay un doctor o un ex secretario de salud que dice que no es tan grave, entonces no ha de ser tan grave. Y lo que estamos viendo, es que está incrementando el número de pacientes que llegan a los Centros de Integración Juvenil".
En otro argumento más de su posición, sostuvo que la marihuana que se está vendiendo y consumiendo hoy en nuestro país, no es la misma que la que circulaba en las décadas de los sesentas o setentas, porque la cantidad de la sustancia delta 9 tetrahidrocannabinol está por arriba de los 15 puntos, lo que era imposible antes, cuando el porcentaje andaba en el 4 o 5%. “Por eso vemos incluso en Holanda, cómo aumentan casos de pacientes que llegan a hospitales por cuadros psicóticos".
Cabe señalar que dicha sustancia es la que causa los efectos psicoactivos de la droga.
Por otra parte, en los últimos siete años, refirió el especialista, incrementó en México el consumo de solventes, en particular el tolueno, que anteriormente era consumido casi por niños de calle, pero en este período hubo un repunte en el uso de esa droga en jóvenes de secundaria y bachillerato.
Se ha observado que hay fiestas denominadas "perreos", en las que el centro de atracción es el consumo de los solventes, y ya hay una venta de los mismos incluso con diferentes colores y sabores, ya dirigidos al consumo lúdico. "No son desviaciones de tlapalerías, sino que ya los producen para eso, lo que resulta altamente preocupante por su nivel adictivo y efectos". El consumo de solventes en promedio es de cerca del 4% de la población entre los 12 y 65 que han consumido por lo menos una vez en la vida.
Refirió que el 6% de la población entre los 12 y 65 años de edad en México ha consumido marihuana alguna vez en su vida, cuando hace apenas diez años, la cifra era de apenas el 3 por ciento. "Pero sobre todo vemos aumento de casos que llegan a CIJ en busca del tratamiento por marihuana".
La edad de inicio hoy en día, en nuestro país es de 16 o 17 años, incluso aunque actualmente eso es ilegal, "hay otra preocupación importante, vemos el consumo entre mujeres adolescentes en todas las drogas, legales e ilegales, la diferencia entre hombres y mujeres era muy alta, pero en algunos estados como en Morelos, ya no, ya las cifras de consumo son muy parecidas en ambos sexos".
Recordó que en la encuesta nacional de adicciones del 2011, no hubo desglose de cifras por estado, sin embargo recordó que en el Distrito Federal sí se hizo el sobre sondeo y se hizo una encuesta en Morelos entre estudiantes de educación media y media superior y lo que han encontrado es que en este grupo de población, alrededor del 17% han consumido alguna droga ilegal, fundamentalmente las dos ya referidas.
Cuestionado sobre los debates que el gobierno del estado ha promovido sobre la legalización, Ángel Prado sostuvo que hay tres "verdades que son incuestionables: la primera que cuando aumenta la disponibilidad de una sustancia, aumenta su consumo. Dos, cuando disminuye la percepción de riesgo; y tres, cuando aumenta la tolerancia social al consumo, aumenta ese consumo. Cuando empieza este tipo de debates, los tres, la percepción se modifica, aumenta la disponibilidad y la tolerancia social".
Intereses económicos detrás de la legalización
Insistió en que hay estudios que han demostrado que "la violencia no está asociada a la marihuana, está asociada a la heroína, cocaína, al cobro de piso, al secuestro y a la trata de personas. Modificar la marihuana o no, no soluciona este problema y yo les preguntaría ¿de veras piensan que personas como el Chapo Guzmán, se van a volver buenos al día siguiente o se van a meter a la cámara de empresarios? pues claro que no. Si les quitas la marihuana, se van a dedicar a la cocaína, al secuestro, a otras cosas. Lo que nosotros sabemos, es que hay intereses diferentes detrás de todo esto. Lo que sabemos es que George Soros, un norteamericano turco, está invirtiendo espectaculares cantidades de dinero para impulsar la legalización de la marihuana y comenzar a comercializarla".
No criminalizar a adictos, sí ofrecerles tratamiento
Dejó claro que quienes se oponen a la legalización, no quieren que se criminalice a los adictos, no se les debe castigar penalmente. "En eso estamos todos de acuerdo, yo no quiero que un niño que traiga marihuana para su consumo sea metido a la cárcel, para nada. Debemos ofrecerles alternativas como tratamiento, trabajo comunitario y quizá algunas multas de índole administrativo, pero nunca de tipo penal".
Por último, el experto calificó como extraordinaria la puesta en marcha de tribunales que atiendan casos relacionados con adicciones, "porque este modelo responde a ir en contra de la criminalización de las personas que tienen adicción", y en lugar de ir a la cárcel, cuando cometen un delito menor, se les ofrezca un tratamiento.
Refirió que con estas medidas, en otros países, han derivado en resultados espectaculares en la reducción de reincidencia.