El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Moisés Goldzweig Cornejo, resaltó que no sólo se trata de bajas ventas por la falta de personas que ya no pueden acceder fácilmente al Centro Histórico, donde principalmente se percibió más la afectación, sino en ellos como restauranteros que no pudieron acudir a hacer sus compras de todos los días y al hacerlo en otro lado, también gastan más de lo planeado.
“No estamos en contra de que se manifiesten libremente por algo que les preocupa en sus bolsillos, sino que nos dan ‘en la torre’ porque cierran el mercado todo el día; nos afecta en el gasto diario porque ya tenemos programadas ciertas compras y que cierren el mercado nos afecta mucho. Y también nos afecta en las ventas del propio negocio. En ventas bajamos entre un diez y 20 por ciento, y en cuanto al gasto que hacemos, aumentó en un 30 por ciento y eso también es una pérdida para nosotros”.
Por su parte, Antonio Sánchez Purón, presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios Turísticos (Canaco Servytur) de Cuernavaca, comentó que “como siempre, este tipo de bloques nos afecta en nuestras ventas de manera considerable”, y opinó al respecto que el nuevo Régimen de Incorporación Fiscal (RIF) “es una situación de la que nadie se salva; tenemos que pagar impuestos y contribuir con el país. Lo que sucede que hay comerciantes que no están acostumbrados a esto y se ven dañados en sus economías, pero es algo que ya no es negociable y es mejor para nosotros que los que ejercen el comercio en las calles o de manera establecida, sean contribuyentes, como nosotros”.