Dijo que no obstante lo anterior, sí se pronostican tormentas de alta intensidad que pudieran provocar inundaciones y desastres, como en la temporada pasada. De ahí que ya se iniciaron trabajos de desazolve y limpieza en cinco de los ríos más importantes en Morelos (entre ellos el Cuautla, el Amacuzac, el Yautepec y el Apatlaco), donde brigadas con equipo pesado retiran toda clase de desechos que inciden en los taponamientos.
“Lo mejor es establecer medidas de prevención, aunque tampoco eso es garantía de que no pasará nada. Muchas veces, los sucesos se dan donde menos se espera, pero se tiene que empezar a trabajar desde ahora”, consideró el funcionario.
Luego Valencia Vargas mencionó que las presas de almacenamiento se encuentran a un 39% de capacidad; irrigan más de cinco mil hectáreas en la producción del campo y se considera que será suficiente para enfrentar las necesidades de consumo de la temporada. Sin embargo, habrá regiones donde se pueda tener problemas de insuficiencia.
Por otra parte, el funcionario aceptó que es en el rubro de abastecimiento de agua potable donde se enfrentan mayores problemas en esta temporada de estiaje. “No porque seamos deficitarios del vital líquido, sino por las pésimas condiciones en que se encuentran los sistemas de distribución.”
Asimismo, agregó: “Las redes se encuentran destrozadas en algunos casos, las fugas son múltiples, se pierde más del 50% del agua que se envía, los equipos de bombeo suelen ser inoperantes… Todas esas cosas se juntan para que al final tengamos dificultades y deficiencias en la mayoría de los 33 municipios de la entidad”.
Lo anterior, estimó Valencia Vargas, lleva a tandeos cada vez más espaciados, es decir menos líquido a cada hogar y es cuando aparecen los reclamos y las quejas. “Pero seguimos disponiendo de suficiente y abundante agua. Ahora la recomendación es saber utilizarla, no gastar de más; el desperdicio es lo peor que podemos hacer”, consideró.