La docente Ada Lilia Gaxiola Peraza, quien en su momento denunció que sufrió amenazas e insultos por parte de por lo menos un padre de familia, por su preferencia sexual y por cuestiones de homofobia, fue separada de su centro de trabajo, por lo que pidió apoyo al diputado perredista Juan Ángel Flores Bustamante.
Indicó que con el pretexto de que quieren proteger su integridad física, las autoridades se niegan a darle el oficio o documentación necesaria para reintegrarse a sus labores habituales, como maestra de educación física. Comentó que desde hace varios meses está puesta a disposición del Departamento de Secundarias Generales, donde diariamente acude a firmar y cumple con su horario haciendo algunas actividades administrativas.
Recordó que el 31 de marzo pasado ella arribó a la secundaria a las 07:00 horas, pero el tesorero del comité de padres de familia le impidió el acceso, diciendo que así lo habían decidido ellos, "sólo tres padres". La misma fecha, esos tres padres de familia impidieron la entrada de la directora del plantel, quien ese mismo día fue reinstalada.
En su caso, destacó, no ha podido volver a laborar después de 28 años de servicio en los que jamás había tenido ningún problema. Comentó que directivos del IEBEM le han dicho que todo está bien, que todo está a su favor, pero que no puede regresar a la escuela "porque el señor Víctor García, el padre que inició todo el conflicto, es muy violento. Aquí hay un caso de discriminación que no tiene nada que ver con mi trabajo, yo creo que ése es el fondo del asunto".
La profesora manifestó que no le han garantizado su derecho a no ser discriminada por homofobia, ni le han dado garantías de integridad, pues le dicen que si ella lo desea, puede ir a la secundaria, pero no se hacen responsables de los actos que pudiera cometer el padre de familia, calificado como el principal agresor de la profesora.
Expuso su preocupación porque los jefes del área le han dicho que se mantenga ahí, en la jefatura del departamento, hasta el cierre del ciclo escolar; sin embargo, recordó que se desarrolla el proceso de regularización y centralización de la nómina, en el que están enviando a todos los docentes a su centro de trabajo y recordó que el padre de familia ya referido, para el siguiente ciclo escolar seguramente seguirá ahí, porque su hijo va en primer grado de secundaria.
La maestra insistió en que jamás ha tenido ningún problema con estudiante, maestro o padre alguno; por el contrario, recordó que los maestros, en su apoyo, suspendieron las actividades para pedir que le permitieran el acceso ante las amenazas de que habría medidas en su contra; reanudaron su labor, pero la apoyan.
Consideró injusto que en otros casos hay maestros que son señalados de cometer actos irregulares o graves y mientras se desarrolla la investigación correspondiente, ellos continúan laborando, de tal suerte que no comprende por qué en este asunto es discriminada y no puede ser reinstalada con garantías en su centro de trabajo.