“La afluencia fue buena, pero el desánimo después de la derrota hizo que la ocupación en los restaurantes disminuyera en un 30 por ciento”, abundó el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac).
“Querer pasar a la historia era lo que esperábamos y que se hubiera ganado”, habría representado por obvias razones para el sector restaurantero más entradas de comensales y ventas de hasta un 100 por ciento, ya que “recibiríamos más personas a festejar y las que ya estaban en los lugares permanecerían para seguir celebrando el triunfo”, estimó Adame Jiménez, sin embargo eso no sucedió.
“Hubo más afluencia que en los demás partidos que jugó México, un ánimo bárbaro, pero en los últimos minutos ante el penal, se vio el desánimo terrible”, pero mientras estuvo el partido, este domingo fue el de mayor concurrencia.
Para los restauranteros, del primer partido a este último la afluencia fue creciendo de menos a más. Primero comenzó con un 30 por ciento, luego con un 40 hasta llegar a poco más del 70 por ciento en el partido de ayer.
“Los partidos que se realizaron entre semana fueron los que presentaron menor asistencia de comensales”, finalizó comentando Ángel Adame.