Roberto Alejandro, quien trascendió es primo de la periodista Paty Chapoy, no asistió a la individualización de la sentencia, pues minutos antes de que iniciara la audiencia los jueces recibieron un fax en el que se señala que debido a que el hombre padece una enfermedad crónica en fase terminal, no iba a asistir, pero que posteriormente pediría a su abogado le informe de lo sucedido.
Al iniciar la audiencia la concubina del hombre, María Guadalupe, quien recibió condena de diez años de prisión, pidió a los jueces no permitir la permanencia en la audiencia de este reportero, pues indicó a que debido al seguimiento periodístico que se le ha dado a este asunto, su hijo ha dejado de asistir a la escuela y ha sido víctima de maltrato de sus compañeros e incluso ello ha propiciado que sea atendido por un psicólogo.
Los jueces Leticia Damián Avilés, Martín Domínguez Casarrubias, así como Elvia Terán Peña, se reunieron para analizar la propuesta de la mujer, pero al finalizar la deliberación le hicieron saber a la mujer que una de las características de los juicios orales es la publicidad y que por ello el reportero podía permanecer, sin embargo si le hicieron saber que lo que tiene que prevalecer también es el principio de inocencia.
La presidenta del Tribunal de Juicios Orales se dirigió al reportero y le pidió no publicar datos personales, pues indicó que aún y cuando la pareja ya fue encontrada responsable, todavía tienen el derecho a inconformarse.
“Cuando dice que su hijo ha sufrido por la situación, yo le creo, aunque no lo ha comprobado, pero sí hay incluso tratados internacionales que hablan de los derechos humanos y consideramos que tenemos que proteger la integridad del menor”, dijo la juez presidenta al hacer la petición.
Esta es una de las pocas ocasiones en que se individualiza una sentencia y el imputado no está presente, pero los jueces consideraron que el motivo era válido, pues Roberto Alejandro en su momento expresó que cada vez que es trasladado empeora su salud.
Mientras tanto, la mujer lloraba desconsolada cuando se leyeron los puntos resolutivos en los que se le condenó a diez años, pues con anterioridad su compañero se culpó de todo para excluirla de cualquier responsabilidad, pero el tribunal consideró que la mujer tuvo que ver en la comisión del delito.
Roberto Alejandro y María Guadalupe fueron acusados por la Fiscalía General del Estado, de que en agosto del año pasado enviaron un arreglo floral en un taxi a la propietaria de una joyería, en el que iba un mensaje con el que pretendían extorsionarla.
Un video presentado por la Fiscalía en el transcurso del juicio, demuestra que la mujer acudió a la tienda, fingiendo ser cliente para obtener datos de los propietarios, y con éstos se pretendía asustar a la víctima.
Por su parte, los sentenciados insistieron que el cómplice de Roberto Alejandro fue el taxista que llevó el arreglo floral y no la mujer, pues fue éste quien le proporcionó datos personales sobre la propietaria de la tienda.
Es importante señalar que en una declaración que el hombre rindió ante el Tribunal, admitió que operaba desde el penal de Atlacholoaya, en el municipio de Xochitepec, desde donde realizó llamadas telefónicas para amenazar a la víctima, a la que le dijo que si no entregaba el dinero mataría a su hijo e iría al local a aventar granadas.