Destacó que la alianza entre las escuelas y las familias fue uno de los factores decisivos sobre los que se edificó la institución escolar y fue por ello que la escuela llegó a convertirse en un “segundo hogar” para los alumnos y el docente, asumió la “delicada responsabilidad de completar, a través de la instrucción, la labor de los padres”.
En ese contexto, dijo, es evidente el componente vocacional de la docencia. “Se trata, en efecto, de una profesión en la cual el compromiso afectivo es prácticamente inevitable y hasta necesario. Todo maestro sabe, además, que parte de su éxito suele depender del especial vínculo que se establece con los alumnos. Porque el conocimiento se construye a través del diálogo y educar, más que una vocación, es un proyecto de vida”, afirmó.
Durante la ceremonia el rector de la UAEM, Fernando Bilbao Marcos, hizo entrega de reconocimientos a los maestros que cumplieron de 5 a 35 años de labor docente ininterrumpida. Los docentes recibieron además el pago de quinquenio en función de su antigüedad laboral.
“Hoy, al celebrar el Día del Maestro, recordemos los momentos que con tanto orgullo hemos construido en academia llevando el nombre de nuestra universidad muy en alto y como ejemplo podemos afirmar que hemos contribuido en la certificación y acreditación de los programas de nuestras unidades académicas”, señaló Mario Cortés al subrayar que desde el SITAUAEM se ha trabajado en la transformación de la universidad y sobre todo, dijo, nos mantenemos unidos haciendo que la figura del maestro siga siendo valorada no sólo por nuestros estudiantes, sino por nosotros mismos y nuestras autoridades. “Hoy, en el Día del Maestro, estoy totalmente convencido que no existe ninguna manera de decirles gracias”, concluyó.