La instalación de este moderno sistema de pago, que se utiliza en el Distrito Federal y en países desarrollados, servirá para proteger a los usuarios de asaltos, porque no se verán forzados a llevar efectivo, además de hacerles más fácil el uso del transporte colectivo.
Sin embargo, el proyecto es, apenas, la tercera etapa de la modernización del transporte público. La primera fase es concluir con la renovación del padrón vehicular, que continúa aproximadamente en un 70 por ciento de avance y que se encuentra estancada por falta de recursos de parte de los concesionarios.
La segunda etapa, la instalación del sistema de conteo de pasaje, el cual funciona sólo en la Ruta 5 y se ha planeado que para el 2011 la mayor parte del padrón de las unidades ya cuenten con esta medida que ayudará a los concesionarios a saber cuántos usuarios se suben diariamente a una ruta y a que puedan dar seguridad a las personas, porque se les entregarán boletos que serán su seguro de vida.
Con los contadores de pasaje se instalará tecnología GPS, para tener siempre ubicados los vehículos, y en caso de robos la policía pueda detectarlos fácilmente.
Y como tercera etapa, la colocación de un sistema electrónico por donde se podrá introducir o deslizar una tarjeta, previamente cargada, y así de fácil la gente podrá pagar su traslado a cierto destino sin necesidad de sacar efectivo para dárselo al chofer. Las tarjetas se podrán comprar y cargar en los centros de distribución, que se instalarían por parte del gobierno o transportistas.
Enrique Ramos Zepeda, líder de la Alianza de Transportistas, dijo que esperan hacer realidad este plan de este al siguiente año, a fin de otorgar un servicio de calidad y que la gente se sienta segura de trasladarse en transporte público.
“Le hemos planteado al gobierno estos planes y lo ha tomado bien, se trata de avanzar en la renovación del transporte público”, añadió.