El fiscal del caso pidió vincular a las tres personas por robo calificado, pues insistió que en un video se aprecia que sometieron con armas a los empleados, y además un peritaje de contabilidad señala que el monto robado rebasa los 27 mil pesos.
La audiencia tuvo una duración de varias horas, sin embargo trascendió que los imputados serán llevados nuevamente a juicio pues la empresa tiene videos con los que se puede acreditar que han robado a tiendas de la misma cadena por lo menos en ocho ocasiones.
En la audiencia celebrada en la Sala Cinco, el representante legal de la empresa pidió a la juez hacer valer el interés de la víctima, pues consideró que está bien acreditada la hipótesis de que se trata de un robo calificado y no un robo simple, ya que se utilizaron armas, violencia y el arqueo que se hizo a la tienda demuestra que el ilícito provocó pérdidas de 27 mil pesos.
La Fiscalía General del Estado solicitó a la juez no decretar en ese momento la libertad de los imputados, Silvana, Damián y Marco “N”, pues solicitó un informe a la Subsecretaría de Reinserción Social para saber si los detenidos tienen o no ingresos a algún penal de Morelos.
Sin embargo la juez sólo concedió 48 horas para celebrar una audiencia de suspensión condicional, aunque en su razonamiento les mencionó a los detenidos la probabilidad de que en las próximas horas obtuvieran su libertad, ya que consideró que mantenerlos más tiempo en el Penal de Atlacholoaya podría ser violatorio de sus derechos humanos.
En la audiencia de ayer la Fiscalía Contra Robos narró que de acuerdo a las declaraciones y datos que obran en el expediente judicial JO/042/2014, el pasado 29 de octubre dos hombres y una mujer se introdujeron a la tienda ubicada en el municipio ya antes referido, amagando con pistolas a dos empleadas, y tras tomar mercancía y dinero con un valor de 27 mil pesos, salieron al estacionamiento donde eran esperados por otro sujeto que estaba a bordo de un taxi.
Las empleadas solicitaron el apoyo policiaco y minutos después fueron detenidos tres personas, pues uno de los asaltantes ya se había bajado.
Las autoridades fundamentaron su acusación en el reconocimiento que hicieron las empleadas de los detenidos, en su declaración en la que narran la violencia psicológica que se utilizaron en el robo y en otras pruebas periciales.
Pese a ello la juez consideró que esos no eran suficientes indicios para presumir que se trató de un robo calificado y reclasificó a robo simple, lo que abre las puertas para que en la próxima audiencia (si no se cuenta con el informe de la Subsecretaría de Reinserción Social) estos puedan obtener su libertad con el pago de una fianza y otras medidas cautelares.