De las siete entidades productoras las principales son Morelos, 34.5 por ciento; Michoacán, 21.5 por ciento; Distrito Federal, 16.9 por ciento; Puebla, 11.3 por ciento; Jalisco, Estado de México y Oaxaca, en conjunto, aportan el 15.7 por ciento.
Las zonas de producción son Cuautla, Jiutepec, Cuernavaca, Emiliano Zapata y Tepoztlán en Morelos; Atlixco en Puebla; Xochimilco en el Distrito Federal; San Lorenzo y Atlacomulco en el Estado de México; Zitácuario en Michoacán, y Guadalajara en Jalisco.
De acuerdo con un informe de la Subsecretaría de Agricultura, esta actividad se realiza en una superficie de 300 hectáreas y el valor de la producción se estima en alrededor de 700 millones de pesos. Este cultivo genera tres mil 200 empleos directos y nueve mil 600 indirectos, principalmente en el centro del país.
La adquisición de plantas vivas de Nochebuena estimula la economía rural de las comunidades productoras, ya que es una actividad que requiere de entre siete y diez trabajadores por hectárea.
El 90% de la producción y consumo es de la variedad roja, el 5% son blancas o amarillas y el resto rosas, rosadas o marmoleadas. En el mercado también son distribuidas plantas de Nochebuena (Euphorbia pulcherrima) con variantes como moteadas, salpicadas en rojo y blanco.
Los nombres de las variedades producidas en el país son Freedom, La Subjidi, Joy Pink y White Red Ángel, principalmente; pero existen más de 20, entre las que destacan Festival, Orión, Prestige, Angélica 16, Son, Monet, Nutgracker, Mármol y Morada.
La flor de Nochebuena es una planta de importancia cultural en México; actualmente es la que principalmente se comercializa en Estados Unidos, al ser demandada a partir del Día de Acción de Gracias y hasta Año Nuevo.
México exporta alrededor de 30 millones de esquejes de Nochebuena que se producen en el estado de Morelos a los mercados de Alemania, Canadá, China, Estados Unidos, Francia, Holanda, Japón, Kenia, Suecia y Vietnam, con un valor aproximado de 90 millones pesos, señala el informe de la Sagarpa.