“Tenemos que aprovechar el Observatorio Astronómico Nacional, un sitio único para hacer astronomía que tenemos la suerte de tener en México, de internacionalizar su laboratorio de astrofísica, dejarlo al servicio de la comunidad nacional por supuesto, pero con las colaboraciones internacionales que se necesitan, porque un Instituto en una universidad puede asumir así las inversiones necesarias para grandes proyectos de instrumentación y de desarrollo observacional internacionales, que es una escala muy distinta”.
Lo anterior llevaría, si se esto se hace bien y por consecuencia natural, a relaciones e intercambios académicos y de formación de personal en todos los niveles, lo que al final redituaría en un beneficio muy amplio para toda la comunidad de la disciplina.
Precisó que el IA tiene que moverse hacia una interacción más cercana y estrecha con socios internacionales en proyectos concretos, dirigidos y muy claramente definidos en términos de la ciencia y de la infraestructura que se requieren.
Sobre los planes de proyección del IA, el también secretario de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), indicó que son ejercicios periódicos muy útiles para una comunidad de investigación y docencia. ”El Instituto hizo una serie de planeaciones hace ocho años, hace cuatro se planteó un plan de desarrollo cuando inicié la primera gestión que me tocó, son ciclos que sirven para tener una discusión colectiva y determinar hacia dónde queremos movernos en los próximos años”.
Subrayó que lo más importante para el siguiente periodo que inició es reforzar aquello que se está haciendo bien, corregir lo que requiere atención, consolidar los proyectos que están en curso y que el personal del Instituto tenga toda la información para que tome las decisiones que se requieran actuando de manera cohesiva y productiva.
La Sierra Negra poblana y San Pedro Mártir, los ejes
William Lee reconoció que el personal adscrito al IA ha venido haciendo un muy buen trabajo en muchos frentes y que tienen que ver con investigación original por un lado, que es la función sustantiva de la entidad; y de lograr avances en proyectos de infraestructura de instrumentación para la astronomía en México y fuera del país.
“De manera particular quiero destacar dos aspectos de esta labor: el observatorio HAWC, en la Sierra Negra de Puebla, que está a punto de ser inaugurado a principios del próximo año y que prácticamente se ha terminado su construcción en tiempo, forma y presupuesto con una colaboración de muchas instituciones en México y de Estados Unidos, así como los avances en infraestructura y la actual situación del Observatorio Astronómico Nacional”, apuntó Lee Alardín.
Además, resaltó la labor de formación de recursos humanos y docencia, y de comunicación con la sociedad que el Instituto realiza continuamente. Esas son, en opinión del integrante de la Unión Astronómica Internacional, los avances más destacados que ha hecho el IA en estos últimos años, de los que unos ya están en operación y explotación científica, otros en construcción, y unos más en planeación.
Director y secretario
Las funciones de Lee Alardín como director del IA y como secretario de la AMC son una asociación afortunada y una oportunidad muy importante que se tiene que aprovechar, ya que la Academia, mencionó, funciona en la medida en la que sus miembros son académicamente activos en tareas que promueven el desarrollo de la investigación, la docencia y la academia en México, muestra de ello, sostuvo el astrónomo, es la Noche de las Estrellas, un programa concreto que desarrollan de manera conjunta el Instituto y la AMC.
“Para estos desarrollos de infraestructura que requerimos sí es necesario tener una articulación con la Academia para buscar los recursos ante el Conacyt, el gobierno federal y todas las instancias que correspondan, y la articulación de esto mismo con socios internacionales, este trabajo entre el Instituto y la Academia definitivamente es muy importante”.
La astronomía y su buena relación con la sociedad
Es un hecho que la astronomía tiene un nivel de aceptación y de popularidad muy alto entre la sociedad, admitió William Lee, quien señaló que ello es posible gracias al esfuerzo que hace la comunidad astronómica por comunicar a la sociedad lo que hace y lo comunica de muchas maneras, desde redes sociales hasta eventos de difusión masiva como el de Noche de las Estrellas, que ya se convirtió incluso en una tradición.
“La astronomía tiene la ventaja de que es muy atractiva, para empezar, muy visual, y luego muy interesante desde el punto de vista de las preguntas que se plantea. Sí hay un nivel de aceptación y de interés muy significativo de parte de la sociedad, eso es útil y provechoso porque así se puede atraer al público no solo aficionado a la astronomía, sino a la ciencia y al desarrollo tecnológico, para que disfrute, se informe y participe, ya que es importante para el desarrollo de un país”.