La agencia de información del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), señaló que de esta materia el IBT incluso se consolida como una de las unidades académicas "líderes" en este campo.
La misma instancia de Conacyt informó que desde el inicio de la institución en 1976, tiene un total de 160 patentes solicitadas, lo que la ubica en el primer lugar del subsistema de investigación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El director de este instituto, Octavio Tonatiuh Ramírez Reivich -de acuerdo con la agencia de Conacyt-, indicó que una de sus vocaciones más importantes "es buscar que la investigación básica que se desarrolla, pueda trascender e impactar a nivel social mediante la generación de productos o servicios, por lo que cada año realizan procesos para el registro de nuevas patentes".
El investigador Lourival Domingos Possani Postay, "quien cuenta con más de 80 patentes registradas, destacó que el proceso de esta actividad no se trata precisamente de investigación aplicada; ya que, aseguró, sin la investigación básica no hay posibilidad de proteger cualquier otro invento...Si proteges la invención que haces, eventualmente una compañía puede utilizar esa información y producir un bien a la sociedad. La filosofía de patentar es proteger un descubrimiento que puede tener una aplicación”, expresó.
Possani Postay ha estudiado aspectos de los componentes del veneno del alacrán mexicano desde hace varios años. Recibió en 2014 tres patentes internacionales: Euroasia, Australia y China, por el descubrimiento de dos péptidos (unión de aminoácidos) aislados del veneno de estos animales. Antes de publicar los hallazgos de sus estudios patentó el descubrimiento en varios países, entre los que se incluyen Sudáfrica, Cuba, Estados Unidos, y está pronto a recibir un registro más en Canadá.
"Posany, también obtuvo el registro de patente del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) por un conjunto de nuevos péptidos antibióticos, diseñados a partir del conocimiento de la secuencia de otros péptidos con capacidad antibiótica”.
“Por otro lado, la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos, otorgó el registro de una patente divisional a la investigación generada por los doctores Mario Soberón y Alejandra Bravo, que consiste en la utilización de la proteína S-layer en el control de insectos plaga, así como en un método para detectar la presencia de este tipo de proteínas insecticidas”, informó Conacyt.
"Los otros dos registros otorgados en México por el IMPI, fueron para un método para lograr que las células de microorganismos en cultivo sean más eficientes en la producción de algún producto recombinante. Esta invención fue desarrollada por el equipo del doctor Tonatiuh Ramírez y tiene un potencial de aplicación en cultivos industriales de este tipo de células”.
“El otro registro es el de Baltazar Becerril, doctor en Ciencias Químicas, quien desarrolló un conjunto de anticuerpos recombinantes humanos que son capaces de neutralizar el veneno de alacranes mexicanos. Esta invención puede ser comercializada en forma de un antiveneno contra el piquete de estos arácnidos. Por esta investigación recibió el registro del IMPI a finales de 2014", concluye el comunicado.