El arqueólogo José Alfredo Vera Rivera, de la sección de Monumentos Históricos del Centro INAH en la entidad, explicó que es uno de los dos especialistas y seis ayudantes que se encuentran en ese sitio, luego del hallazgo de una osamenta, dado a conocer el pasado lunes.
“Lo que estamos haciendo es un rescate arqueológico. La obra ya va sobre la marcha, por eso se propuso un rescate y en éste se hacen pozos de fondeo, y logramos identificar restos humanos, una osamenta”, explicó el experto, al indicar que se está trabajando en el retiro de la tierra para poder descubrirla, y aún no se conoce su antigüedad. Los restos serán llevados a las instalaciones del centro INAH Morelos para que ahí se practiquen las pruebas correspondientes.
Adelantó que por los primeros indicios se trata de un “entierro humano, eso es claro, evidente, pues había vasijas como ofrenda, pero hasta que no podamos estudiarlo completamente en el laboratorio, sabremos de qué época es”.
Los arqueólogos tienen programado hacer en ese lugar diez pozos a lo largo de toda la calle de Guerrero en el tramo que se está trabajando, porque la finalidad es determinar si hay más vestigios y su importancia radica en que pueden aportar datos para reconstruir la historia de Cuernavaca. Pero destacó que tendrán que esperar los estudios para determinar el peso o valor histórico o arqueológico.
Cuestionado sobre el tiempo que tienen como plazo para concluir los pozos y los estudios, manifestó: “No tenemos un tiempo; el tiempo lo dicta el mismo proceso de excavación… Si en uno de los pozos no encontramos nada, es rápido el trabajo; pero si encontramos vestigios, ahí se retrasa o se toma más tiempo”.
Destacó que hay imágenes de esa calle que datan de 1930, donde se observa que hay empedrado, y supuso que para los 80 asfaltaron y hasta ahora hay oportunidad de hacer rescates arqueológicos, “y es nuestra labor como Instituto estar pendientes de la salvaguarda del patrimonio cultural que poseemos en Cuernavaca”.