La también presidenta de la junta de Asociados de la Normal del SNTE, dejó en claro que la escuela no va a desaparecer, y que se trabaja en mejorar la calidad y su transformación, con el motivo central que es la disminución notoria de la matrícula.
En primer término, negó que como mamá haya pedido o permitido privilegios para su hija, estudiante de la misma institución, pues como cualquier otro alumno tiene que cumplir con sus deberes y es evaluada.
Como secretaria general, subrayó, la Normal necesita una reingeniería y transformación, para no tener una carga administrativa innecesaria. Apuntó que se designó al maestro Edgar Antúnez como nuevo director. El objetivo es que la escuela tenga cada día más reconocimiento, pues “hay avances significativos con posgrados, docentes de alto nivel y prestigio incluso regional, pues vienen algunos maestros de Puebla y Guerrero a los posgrados”.
Informó que ante la reducción de la matrícula también se solicitó ya los registros de validez oficial y se abrirá el nivel de educación media superior.
Destacó que al maestro que era subdirector, León Felipe Figueroa Aguilar, se le había dado la oportunidad de desempeñar otra función como subdirector académico, pero no la aceptó.
Aseguró que no se despidió a ningún trabajador y a todos se les conservó el mismo horario y funciones.
De igual forma, Bedolla Ocampo rechazó que la escuela sea “una caja chica o un voto político para nadie, ni académico, es un interés eminentemente académico”.
Calificó como “guerra sucia” que se diga que se pretende usar dinero de la normal para campañas políticas partidistas, créditos o cualquier otra irregularidad: “de ninguna manera, soy la más interesada en que se manejen bien las finanzas de la normal, hay un informe que se manda cada mes al comité nacional y estoy muy tranquila, aquí lo que sucede es el interés de una persona que no quería cambiar de función y no se puede tener de rehén a la Normal bajo las exigencias de una sola persona, por tener horarios a favor de algunos de sus compañeros más cercanos. La normal no es un botín político, es una institución académica”.
Lamentó que algunas personalidades peleen por sus propios intereses y reiteró que no se ha despedido a ningún maestro ni trabajador: “son comentarios sin sustento”.
Calculó que cada ciclo escolar se ha ido reduciendo de 100 a 200 alumnos en la matrícula, lo cual es significativo, y aún con ello se ha cumplido con el pago a los maestros y no se ha recortado personal. Apuntó que hay alumnos que deben hasta seis colegiaturas, lo que también impacta la condición de la escuela. Admitió que habrá aumento en la colegiatura, pero aseguró que será “mínimo”.