Hasta ayer no había información oficial sobre las razones del reemplazo de Gutiérrez Zúñiga, es decir, si estaba asociado a la rotación de jefes policiacos o a su presunta relación con Eduardo Esteban Avilés, uno de los siete hombres detenidos el pasado 28 de febrero con el líder del grupo criminal de Los Caballeros Templarios, Servando Gómez, “La Tuta”, en el estado de Michoacán.
De acuerdo con el gobierno de Morelos, Esteban Avilés se desempeñó hasta hace dos meses como instructor del Instituto de Evaluación, Formación y Profesionalización del Estado de Morelos, y fue contratado por el entonces director de este instituto, Guillermo Romero Robles, por recomendación del comisario de la Policía Federal.
Una de las coincidencias es que antes de su llegada a Morelos, Gutiérrez Zúñiga se desempeñó como comisario en el estado de Michoacán, donde a su vez –según reportes periodísticos en aquella entidad– conocía a Romero Robles, que entonces fungía como director de Seguridad Ciudadana Municipal de Morelia y fue escolta del ex presidente de la república Carlos Salinas de Gortari, entre los años 1988 y 1990.
El otrora comisario de la Policía Federal arribó a Morelos bajo acusaciones de presuntos actos de corrupción, los cuales nunca fueron indagados. Además, el jefe policiaco formaba parte del “Grupo Fusión”, integrado por autoridades estatales y federales, y el cual manejaba información delicada relacionada con la delincuencia organizada y delitos de alto impacto en Morelos.
Tras la detención del ex instructor policial Eduardo Esteban Avilés, la Comisión Estatal de Seguridad y el gobierno de Morelos apresuraron el deslinde tanto de la contratación de éste como de Romero Robles. Por cuanto a Gutiérrez Zúñiga, no hay claridad sobre su relevo y las causas.