La Fiscalía General del Estado (FGE) en su momento solicitó una pena de 15 años para los hoy sentenciados, argumentando que el delito que cometieron fue grave porque estos sometieron a su víctima con violencia, provocándole daños psicológicos que en su momento fueron comprobados con la declaración de un experto en la materia.
La Fiscalía Especializada Contra el Robo, en sus argumentos refirió que Gustavo Díaz Ramírez y Eduardo Alemán Zamora, el pasado primero de agosto del 2014 abordaron un taxi en el poblado de Tlahuapan, municipio de Jiutepec.
Los hombres pidieron un viaje a Cuernavaca, acordando un precio de 50 pesos, pero antes de llegar al destino uno de los sujetos, que viajaba en el asiento trasero, sacó una pistola con la que amagó al chofer del taxi.
La víctima fue obligada a bajar del auto, pero minutos después pasó por el lugar una patrulla del Mando Único que auxilió al hombre. En la avenida Paseo Cuauhnáhuac, a unos tres kilómetros del lugar de los hechos, los ahora sentenciados fueron detenidos a bordo del taxi, cuando aún llevaban consigo la pistola con la que se presume cometieron el asalto.
En sus argumentos, la defensa de los detenidos argumentó que los policías no detuvieron en flagrancia del delito a los dos hombres, y por ello insistieron que las detenciones debieron realizarse a través de órdenes de aprehensión, pero lo anterior fue descartado por los jueces que consideraron que el hecho de que los sentenciados hayan sido detenidos en el vehículo es una prueba más de su responsabilidad, razón por la cual los condenaron a 10 años de prisión.