Los mantos acuíferos y barrancas ubicadas en el norponiente del municipio de Cuernavaca están en riesgo debido al crecimiento urbano desmedido, advirtió la profesora investigadora de la Facultad de Arquitectura, Concepción Alvarado Rosas, quien se pronunció por recuperar la figura de Observatorio Ciudadano para dar seguimiento y vigilar la expedición de licencias de construcción en la capital morelense.
En la investigación titulada "El ordenamiento territorial de Cuernavaca, la fragmentación urbana", Concepción Alvarado expone cómo se expresa la ciudad en fragmentos, en islas de riqueza, de pobreza y sus interacciones. El estudio realizado en la zona norponiente del municipio que contempla las comunidades de Santa María, Tetela del Monte y Chamilpa, así como los bosques del norponiente de Cuernavaca -en donde se concentran la mayoría de barrancas amplias como áreas de recarga acuífera- revela que están en riesgo de ser ocupadas por la construcción de casas habitación y obras de infraestructura.
Afirmó que la no se atiende de fondo el problema de asentamientos humanos con políticas públicas enfocadas al crecimiento urbano, las cuales no han tenido planeación respecto de dónde se deben ubicar los asentamientos humanos, los cuales hasta ahora se han desarrollado de manera anárquica.
Refirió que tampoco hay compatibilidad entre la legislación del nivel municipal, estatal y federal, por lo que no se actúa de manera precisa en ciertas áreas de reserva de mantos acuíferos.
Por ello, dijo que el nuevo programa de reordenamiento municipal debe poner atención en este crecimiento desbordado, porque desafortunadamente los asentamientos humanos se están desarrollando sobre, junto o cerca de las barrancas, además de establecer mayor vinculación con la universidad que genera conocimiento respecto del crecimiento urbano y aprovechar a los especialistas en estos temas para planear adecuadamente el desarrollo de los municipios.
Concepción Alvarado señaló que debe haber un control más estricto en cuestión de permisos y licencias de construcción, así como dar seguimiento a dichas obras, ya que existen cerca de 560 construcciones cerradas (fraccionamientos, calles cerradas y condominios), de las cuales 150 están en contacto directo con alguna barranca.