“Podemos considerar que no obstante contar con un capital cercano a mil millones de pesos, en estos momentos las reservas disponibles están casi agotadas. Estamos hablando de unos 200 millones de pesos para atender a miles de trabajadores, que están en su derecho de ser apoyados”, indicó.
Explicó que debido a esa demanda crediticia, entre el año anterior y el actual se distribuyeron cientos de millones de pesos, "la cantidad en débitos alcanza los 800 millones de pesos y las peticiones continúan llegando".
Uno de los factores que ha llevado al agotamiento de reservas es el hecho de que se decidiera incrementar los préstamos hipotecarios de 350 mil a 500 mil pesos, esto hizo que todo mundo buscara beneficiarse, porque se trata de un recurso con muy bajos intereses y a pagar a 20 años.
“El caso es que vamos a tener que establecer topes y suspender este tipo de empréstitos, para poder mantener disponibilidad de efectivo para otro tipo de apoyos a la burocracia”.
Y en lo que se refiere a la cartera vencida, Enrique Iragorri destacó que no es muy significativa comparada con el capital comprometido, “pero de todas maneras hemos tenido que recurrir a las medidas legales, para poder recuperar el dinero de quienes se niegan a devolverlo”.
“Contamos con una bodega donde están almacenados muebles, aparatos electrónicos y por lo menos unos 10 vehículos decomisados y con posibilidad de llevarlos a remate si es que no hay respuesta de los deudores. Es doloroso llegar a esto, pero son fondos de los trabajadores y no se pueden perder”, concluyó.