GÉNESIS: 6:2. LA BIBLIA, VERSIÓN REINA-VALERA DE 1909
Este relato está basado en hechos y fuentes reales producto de una investigación periodística. Algunos datos fueron cambiados para proteger los derechos de las víctimas y la presunción de inocencia del acusado.
“Les voy a contar un secreto, pero no se lo vayan a decir a nadie: Jesús es un ángel, y todas las noches subo a su cuarto a quitarle las puntitas de sus plumas”, dijo Elena.
La instructora contó esto a sus alumnos porque varios se comenzaron preguntar qué tanto hacían ella y el pastor encerrados por horas en el pent-house.
Ésta fue una de las primeras veces en que la palabra “ángel” se usó para describir al guía de la Iglesia Misterio de la Caverna.
Después comenzaron a correr rumores de que Jesús, a quien sus “ovejas” le decían “Pas” (abreviatura de pastor), no era humano sino un ente celestial. No faltó quienes dijeran que habían escuchado ruidos fuertes como de aleteos de aves gigantes o habían visto sombras de alas cuando él caminaba por los cuartos de la casa de Dios.
La otra referencia pública sobre la naturaleza divina del ministro religioso fue en su aniversario. Todos cooperaron para el festejo y para comprar sus obsequios: él pidió un saco nuevo y un anillo de oro.
Se arregló la iglesia. En la pieza principal, detrás del púlpito, se colocaron los instrumentos musicales y al fondo una lona vinílica grande con una fotografía plano medio corto de Jesús: tenía un saco negro y camisa gris. Su barbilla se recargaba sobre sus manos y sus codos estaban apoyados en algo que no se podía ver. Tenía la cabeza y la mirada hacia abajo, como si estuviera orando por todos sus hermanos y atrás de él, en el costado derecho, salía de su espalda un ala blanca, enorme como la de un ángel. A un lado decía “34 Aniversario Alas de Plata”.
Martha, la madre de Julieta, la chica de la que al parecer Jesús quiso abusar, relató todo esto mientras el expediente se encontraba en casación, un recurso que busca anular una sentencia: en octubre le habían dictado una resolución definitiva y se le impuso una pena de 12 años de prisión por abuso sexual agravado.
“Yo espero que no lo suelten, que cumpla con esa sentencia porque le hizo mucho daño a mi familia y a mí”, afirmó llorosa.
Una persona serena, de mucha confianza
La madre de la víctima recuerda que conoció a Jesús hace aproximadamente ocho años.
"En esa época estábamos conociendo apenas la palabra del Señor y un hermano de culto, mi cuñado, nos presentó a Jesús. A mí esposo, a mis hijas menores y a mí nos pareció una persona serena, de mucha confianza. Nos habló de la palabra de Dios y nos invitó al templo, nosotros asistimos con la ilusión de que habíamos encontrado un lugar seguro y a un hombre que nos guiara.
"El día de culto nos gustaba oírlo porque su sermón era claro, convencía. Nos hablaba de los pecados capitales que había en el mundo y de que el malo siempre está buscando la manera de probar nuestra fe en Dios; también era muy bueno para interpretar las sagradas escrituras. Él se creía un profeta, al principio pensé que jugaba con esa idea pero conforme lo fui conociendo me convencí de que se creía alguien diferente: Dios hablaba por medio de él.
"Recuerdo que una vez le pregunté sobre el nombre del templo y él me contestó que así como Dios le había revelado a David un nombre y un lugar de una cueva para que se escondiera de Saúl, que lo quería matar, y en esa cueva logró hacerse jefe de cuatrocientos hombres, Jehová le había revelado a él ese lugar en la colonia Flores, para que fundara allí el templo. Actuaba como un profeta y desde luego que nosotros le creíamos.
"En los años de más asistencia en iglesia llegamos a haber hasta 150 personas. Pero el encanto se rompió también con el tiempo y con las conductas que él tenía con las mujeres, principalmente con las niñas. Cuando nosotros dejamos de asistir a la iglesia quedaban sólo sesenta personas".
Una isla de fe
La Iglesia Misterio de la Caverna está en la segunda privada de 12 de Noviembre número 94 de la colonia Flores, muy cerca de la autopista. No cuenta con ningún registro ante la Secretaría de Gobernación. Parece una casa normal, hay una reja de metal y una puerta de madera. Ahora está llena de polvo como si no estuviera habitada y fuera sólo una casa común y corriente, pero es muy grande y tiene muchas piezas.
Hace unos trece años eran sólo dos pisos, pero con los diezmos de los feligreses se fueron construyendo otras habitaciones para el culto y varias actividades de enseñanza y recreativas.
"Con diez por ciento de nuestro trabajo, que era lo que teníamos que donar a la iglesia, se logró construir tres niveles más y la cereza en el pastel fue la habitación que Jesús se mandó hacer en la parte más alta del edificio y a la cual él le llamaba 'penjauz'. Ahí vivía él desde que se separó de su esposa y se fue a vivir definitivamente al templo 'para estar más cerca del rebaño y atender mejor a sus ovejas', como él decía".
Dios le dijo que debía dar formación a los niños
En febrero de 2014 ordenó que una de las habitaciones de la iglesia se acondicionara y se compraron literas y colchonetas.
“Dios me ha dado la visión de comenzar un nuevo proyecto. Voy a darle formación ministerial a los niños y niñas”, dijo, y para eso necesitaba que los trece jóvenes se quedaran a dormir en la iglesia el viernes y el sábado; el domingo, una vez que el culto terminara, se podrían ir con sus padres.
Para entonces había seis niños y siete niñas. La tarea nunca comenzó pero seis niños sí se quedaban en la iglesia desde el viernes hasta el domingo; dos de ellos vivían ahí en el local.
Las dos hijas de Martha asistían a la iglesia los martes, viernes, sábado y domingos a realizar diversas actividades como clases de música y otras propias del culto. Ella nunca quiso que se quedaran a dormir sus dos hijas menores de edad, a pesar de que él directamente insistió: “Yo me negué y cuando se lo platiqué a mi esposo él fue a hablar con Jesús y le dijo que las niñas no asistirían esos días, que no tenían permiso de quedarse. Jesús, a quien como pastor de la iglesia le habíamos dado autoridad para que guiara a mis hijas, se las arregló para acercase a la más pequeña: Julieta”, explicó la madre de la víctima.
Durante los meses de junio y julio Martha notó a Jesús muy raro: como que tenía más confianza con Julieta: la abrazaba, la tomaba de la cintura, se le acercaba, la acariciaba más. Exigía que todas las niñas lo saludaran y se despidieran de él de beso y abrazo, pero el siempre buscaba con la mirada a Julieta.
Julietaes una niña de 14 años y meses, delgada, pelo negro, lacio, de poco más de un metro cincuenta centímetros de estatura. Según su madre, le gusta mucho la música y es muy alegre y optimista, pero en los meses de junio y principios de julio cambió. Se volvió reservada, no platicaba, lloriqueaba por las noches y tenía pesadillas. Martha supuso que era por cuestiones de la adolescencia.
Jesús-de acuerdo con la ficha signalética que está en el expediente- tiene cuarenta y ocho años, un metro sesenta y cinco de estatura, complexión regular, peso de sesenta y cinco kilos aproximadamente, tez morena, pelo lacio, negro, barba de candado, bigote escaso y de color negro, nariz chata, mediana, dientes parejos, en uno de los dedos de la mano derecha le falta una uña. También tiene cicatrices en el cuerpo.
Las tres visitas
La primera. A mediados del mes de mayo del año pasado como a la una y media de la tarde Julieta se encontraba en la entrada de la iglesia con una amiga. Jesús se asomó desde su oficina y le dijo “ven, quiero platicar contigo”, y ella subió. Dentro de la habitación le dijo que se sentara en una silla y se sentó. Jesús escuchaba alabanzas en su computadora. Él se sentó como a unos dos o tres metros de ella y empezó a cuestionarla sobre su familia. Le preguntó si su hermana estaba embarazada y Julieta respondió que no. Jesús subió todo el volumen de las alabanzas que sonaban en su computadora. Se acercó a Julieta y le dijo que los ángeles se metían con las hijas de los hombres y que él era un ángel, y la empezó a besar en el cuello. Julieta se quedó como en shock, después se levantó y salió de la oficina caminando y se dirigió al baño, adentro se encontró a una amiga suya y todavía muy nerviosa le contó lo que le había sucedido con el pastor; el incidente no se lo contó a su mamá, Martha, porque le dio mucho miedo.
La segunda. El sábado 7 de junio del año dos mil catorce, como a la una y media de la tarde Julieta estaba en la entrada de la iglesia. Jesús le gritó desde su oficina que subiera; ella hizo como que no oía pero dos amigas suyas que se encontraban con ella le dijeron que subiera y subió, pero no entró a la oficina, se quedó cerca de la puerta de entrada, entonces Jesús salió y la jaló hacia adentro. El volumen de la música de alabanzas que Jesús tenía en su computadora era alto. Ella le dijo que no quería entrar y él la amenazó con que de todos modos iba a decir las cosas que Julieta le había confesado: que en la secundaria un chico que iba en otro salón, pero en el mismo grado, intentó tocarla. Pensó que eso le iba a contar a sus papás, por lo que no tuvo más introducirse a la oficina del pastor. Adentro Jesús le ordenó que se sentara y ella obedeció. Jesús quiso alzarle la blusa a Julieta y ésta se resistió pero él empleó más fuerza y logró su objetivo; en seguida empezó a morderle los senos. Jesús respiraba agitado. Ella comenzó a llorar y le dijo que no le gustaba lo que le estaba haciendo, que era muy malo, pero él continuaba acariciándola. Después le quitó el cinturón y le bajó el pantalón a la mitad del vientre y se acercó a su panza y comenzó a morderla, ella le dijo que le dolía, que la dejara, pero él la sujetaba muy fuerte de sus manos, ella trataba de zafarse pero no podía, incluso ya la estaba lastimando de las muñecas. Jesús desistió, salió de la oficina y se bajó, antes le dijo a Julieta que se quedara ahí, porque se veía muy nerviosa y muy acelerada; ella no le hizo caso y bajó, en eso se encontró a su hermana, que estaba dando clases y como la vio nerviosa, pálida y despeinada le preguntó qué le había pasado y no le comentó nada, tampoco le dijo a su mamá.
La tercera. El sábado 21 de junio del año dos mil catorce, como a una y media de la tarde Julieta estaba en la entrada de la iglesia, la acompañaba alguien que no recuerda. Jesús la llamó y le gritó que fuera porque la necesitaba en su oficina, pero ella estaba hablando por teléfono. Como veía que no subía la mandó a llamar con uno de los chicos que acuden al grupo de música y ella subió a la oficina, enseguida Jesús la encerró. La música de alabanzas sonaba muy fuerte. Jesús la tomó de las muñecas y la puso contra la pared. Le tapó la boca, le metió la mano a la altura de la vagina y comenzó a tocarla con sus dedos, ella empezó a forcejear y a llorar y le decía que la dejara porque le dolía, pero él la tenía contra la pared. Le quitó la mano de la boca y ella le dijo que le daba asco, que la dejara, pero él no la escuchaba, en eso llegó un chico que va al grupo de jóvenes y abrió la puerta y vio lo que ocurría y volvió a cerrar la puerta. Jesús se dio cuenta de lo habían sorprendido y dejó a Julieta arriba, en la oficina; él bajó. Julieta se tranquilizó y salió de la oficina rumbo al comedor. Cuando llegó a este lugar se percató de que, frente a todos sus amigos, Jesús golpeaba con una vara a un. A Julieta esto le dio tristeza y se fue al baño a cambiarse de ropa; detrás de ella entró una amiga suya. Julieta se quitó la blusa y su amiga le preguntó por qué tenía moretones en los pechos y se soltó a llorar y le contó lo que había pasado.
Jesúsinsistió por varios días. Marcaba a Julieta por teléfono pero como ella reconocía su número no contestaba. El lunes 7 de julio le marcó dos veces. El domingo 13 de julio de 2014 Julieta le contó a su hermana que Jesús había abusado de ella y ésta se lo contó a su mamá, quien a su vez le pidió a Julieta que le dijera todo y así lo hizo.
Marthadecidió presentar formal denuncia. Una vez que se reunieron los elementos necesarios se ordenó la detención de Jesús, a quien se aprehendió el 18 de julio de 2014; de ahí a la fecha ha permanecido en reclusión.
Ante la ley
El día 6 de octubre de este año en la segunda sala de juicios orales ubicada en la calle Marilyn Monroe se llevó a cabo una audiencia con el acusado, los juzgadores, la víctima y algunos peritos.
Jesúsestaba sentado frente a los juzgadores. Vestía de amarillo, tenía el pelo corto casi a rape, lo acompañaban dos abogados –había cambiado de defensores varias veces-. No puso las manos sobre la mesa, las tenía sobre sus piernas, sin las esposas.
Había dos policías, una mujer escribiendo y tres jueces con toga negra al frente, uno era mujer. En el lado contrario la fiscal, la defensora de oficio el acusado y sus abogados, más allá de las rejas algunos feligreses, familiares y amigos de Jesús ocuparon casi todas las sillas. Entre los terceros se encontraba Elena a quien Martha señaló como amante del pastor.
Uno de los juzgadores leyó los datos de la causa por la que se acusaba a Jesús: abuso sexual agravado en contra de una menor que cuenta con catorce años y meses de edad. Le preguntaron sus generales, a lo que él respondió, que tenía 48 años de edad, separado, de oficio carpintero.
A Martha le pareció extraño que Jesús jamás dijera que era pastor de la iglesia, pero la defensora le explicó que esta situación le desfavorecía porque demostraba una confianza que el acusado rompió al tratar de realizar actos eróticos sexuales en una menor que lo conocía, sobre la que tenía autoridad y del que no se esperaba esa conducta por el cargo o ministerio.
La juez se dirigió a Jesús le dio a conocer que estaba detenido por el delito de abuso sexual delito previsto y sancionado por el artículo 162:
“Al que sin propósito de llegar a la copula ejecute un acto erótico sexual en persona menor de edad, o que no tenga capacidad de comprender, o que por cualquier causa no pueda resistir dichos actos, o la obligue a ejecutarlos, se le impondrá una pena de ocho a diez años de prisión. Esta sanción se incrementara hasta en una mitad más cuando se empleare violencia física.
“Si el sujeto activo convive con el pasivo con motivo de su familiaridad, de sus actividad docente, como autoridad o empleado administrativo en algún centro educativo o de asistencia social, se le impondrá una pena de ocho a doce años de prisión y además, en el caso de prestar sus servicios en alguna institución pública, se le destituirá e inhabilitara en el cargo por un término igual a la prisión impuesta; en caso de reincidencia, la inhabilitación será definitiva.
“Las autoridades educativas de los centros escolares, las de las instituciones de asistencia social y del gobierno relacionadas con la materia, que tengan conocimiento de la comisión de este ilícito en contra de los educandos, deberán inmediatamente proceder, a hacerlo del conocimiento de sus padres o de sus representantes legítimos, y denunciarlo ante el ministerio público, sin perjuicio del análisis de su responsabilidad en términos de lo dispuesto por el artículo 18 de este ordenamiento”.
Se le leyó la declaración de la menor y después la juez preguntó si quería manifestar algo. El acusado se puso de acuerdo con sus abogados y respondió que lo haría pero por escrito y no en ese momento.
La juez pidió al público que se retirara porque la menor estaba en una habitación cercana y se comunicarían con ella para que ampliara su testimonio en caso de que la defensa lo solicitase. Una vez que la participación de Julieta concluyera el público podría regresar y sentarse de nuevo en la sala.
MIENTRAS SE DESARROLLABA LA AUDIENCIA ALGUIEN TRAZABA LÍNEAS DE LA ESPALDA Y LA CABEZA DEL ACUSADO. ES BRAQUICÉFALO (COMO DESCRIBEN LOS CRIMINÓLOGOS LA LLAMADA "CABEZA CUADRADA"), CASI A RAPE, SE DEJA LA BARBA COMO LOS CANTANTES DE MÚSICA GRUPERA DE MODA. APARECIÓ ANTE LA MENOR COMO UNA PERSONA ENCANTADORA, SEDUCTORA, QUE INSPIRA CONFIANZA, QUE SE PREOCUPA POR LOS DEMÁS. NO ACTUÓ POR IMPULSO, PLANEÓ DELIBERADAMENTE LO QUE IBA A HACER, ESTUDIÓ DETALLADAMENTE A SU VÍCTIMA, LOS RIESGOS, LAS DEBILIDADES, Y LA FUE ATRAYENDO. CUANDO SE LE LEYÓ LA SENTENCIA EL PROCESADO NI SE INMUTÓ. ES PROBABLE QUE ÉSTA NO SEA SU PRIMERA VÍCTIMA, UNA VEZ QUE ELIGE A SUS VÍCTIMAS NO PUEDE PARAR. NECESITA MUCHA AYUDA PARA QUE CAMBIE SI ES SU DESEO CAMBIAR.
La defensa
Por estrategia, la defensa no permitió que el acusado declarara. Alegó que no se acreditaron los elementos objetivos y subjetivos del delito: no hubo daño moral ni psicológico, el único testimonio es de la víctima, además fue incongruente, inconsistente; no pudo haber rastro de lesiones veinticinco días después de que sucedieron los hechos porque, por su naturaleza, las lesiones, si las hubiera habido, hubieran tardado en sanar en menos de quince días; si a la mamá y la hermana que declararon como testigos no le constan los hechos no hay testigos; tampoco se acreditó que el acusado fuera pastor.
Hubo demasiadas dudas en el caso, suficientes para que, por la presunción de inocencia, lo hubieran dejado libre.
La fiscalía, por presión social, le echó el paquete al juez y éste lo está mandando al tribunal. Seguramente el tribunal lo mandará ante un juez federal, porque se impugnará mediante un amparo, y éste podrá entender los argumentos que se están haciendo valer para dejar en libertad a Jesús.
Es cierto que cuando Jesús escuchó la sentencia ni se inmutó: sabía que podía ser declarado inocente o culpable y que se le podía imponer una pena máxima. Pero de regreso a su celda, en el penal de Topogrande, los custodios tuvieron que quitarle las cintas de los zapatos y el cinturón: lo observaron en un estado de depresión absoluta y temieron que se suicidara.