En este sentido, Garduño Jaramillo explicó que los lagos y lagunas continentales presentan fenómenos biológicos naturales que consisten en el desplazamiento de las aguas del fondo hacia la superficie, lo cual provoca que la materia orgánica y los compuestos físico-químicos causen la muerte de los organismos más débiles.
El subdirector de Acuacultura abundó que esto es resultado de la alteración del ecosistema. Sin embargo el proceso garantiza la sobrevivencia de la fauna y flora con las mejores características del ecosistema.
Detalló que todo el año el aporte de nutrientes y desechos se van depositando en el fondo de la laguna, pero en los periodos de lluvia la corriente de los riachuelos que se forman arrastra la materia orgánica y desechos agrícolas, acelerando este proceso biológico.
Resultado de este fenómeno natural es la muerte de los organismos menos resistentes, lo que no significa que se extingan todos los organismos en la laguna. Esto quiere decir que los organismos más aptos seguirán poblando el cuerpo de agua, manteniendo el equilibrio ecológico y el ecosistema.
Este mismo fenómeno se repite en todos los cuerpos de agua interiores (lagunas y lagos), tal es el caso del lago de Tequesquitengo, laguna de Coatlán del Río, entre otros. Por lo que Garduño Jaramillo pidió a la población no alarmarse y por el contrario verlo como un proceso normal y natural que terminará en algunos días.
Por ello manifestó que la Secretaría de Desarrollo Agropecuario está atenta a esta situación, al igual que la Comisión Nacional de Agua (Conagua) y la Comisión Estatal de Agua y Medio Ambiente (CEAMA) ante cualquier otra situación que se pueda dar, reiterando que este fenómeno es totalmente natural y biológico.