Cuautla, Morelos.- Los organizadores, ponentes, alumnos, maestros, líderes campesinos e indígenas participantes del primer Simposio de Etnobiología y Conservación de la Biodiversidad Biocultural del Territorio, que se realizó en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), manifestaron su respaldo a la lucha de la máxima casa de estudios morelense en su búsqueda de los recursos económicos que requiere para cumplir con los lineamientos sociales de sus programas en investigación, docencia y extensión.
A través de un comunicado, integrantes de la Facultad de Ciencias Biológicas, Centro de Investigaciones Biológicas, Centro de Investigación en Biodiversidad y Conservación, Facultad de Arquitectura y de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, expresaron que se suman a las demandas que la universidad y la sociedad morelense han presentado ante los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial del estado de Morelos, en torno a la necesidad de acabar con la violenta realidad que padecen los morelenses y en contra de la imposición de los megaproyectos porque destruyen la diversidad biocultural.
Reconocen que para lograr el desarrollo social promovido desde la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, es menester aclarar la inexplicable existencia de las fosas en Tetelcingo.
Destacan en su comunicado que la posibilidad de que la Universidad Autónoma del Estado de Morelos pueda aportar los elementos teóricos y prácticos hacia la conservación de la diversidad biocultural, se ha incrementado bajo la gestión del rector Alejandro Vera Jiménez, “quien ha establecido los programas requeridos para que la universidad cumpla con su responsabilidad social como una institución pública de educación superior”.
Y puntualizan que la conservación de la diversidad biocultural contribuirá de manera definitiva en la solución de los problemas estructurales que se reflejan en la intensificación de la desigualdad y la pérdida del bienestar social, no sólo de los habitantes rurales, sino también de los urbanos, en lo referente a los derechos humanos esenciales, como son los de la alimentación y la atención de la salud pública, entre otros.