Al grito de "ni perdón ni olvido, castigo a los asesinos", los estudiantes denunciaron la tragedia humanitaria y los crímenes de estado que se han cometido en contra de los estudiantes y la sociedad civil, desde la masacre del 2 de octubre en Tlatelolco en 1968, la del 10 de junio de 1971 y los recientes hechos de la inhumación de más de 100 cuerpos por parte de la Fiscalía del Estado de Morelos en 2014.
Recordaron que por órdenes del entonces presidente de la república Luis Echeverría Álvarez, aquel 10 de junio de 1971 un grupo paramilitar denominado “Halcones” reprimió violentamente una manifestación pacífica de estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México y del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en apoyo de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
Los jóvenes de distintas unidades académicas de la UAEM condenaron que hoy, como en aquel entonces, se siga reprimiendo a los estudiantes, como en los recientes casos de la desaparición forzada de los normalistas de Ayotzinapa en septiembre de 2014 y por los que exigieron su presentación con vida.
Por todo lo anterior, los jóvenes se manifestaron a favor de un nuevo constituyente ciudadano y popular, que desde diversas organizaciones políticas, sociales y eclesiales se logre rescatar la nación por un camino no violento y avanzar hacia la urgente necesidad de reconstrucción del país.