La institución dio a conocer en un simpósium conclusiones sobre el análisis de dicha política. Al respecto, los investigadores refirieron que el INSP, desde la publicación de su Encuesta de Salud y Nutrición de 2006 (Ensanut 2006), ha dado voz de alarma acerca del incremento dramático que han tenido las tasas de sobrepeso y obesidad en México, ya que el 70 por ciento de los adultos mexicanos las sufre.
Este incremento, aseveraron, ha sido muy grave en niños en edad escolar, aumentando del 18.4 por ciento en 1999 al 26.2 por ciento en 2006, es decir, a razón de 1.1 porcentual por año.
La diabetes mellitus, importante complicación de la obesidad, es la primera causa de muerte en México. Cabe destacar que además de la alta mortalidad, el tratamiento de la diabetes y sus complicaciones cuesta al Estado cerca de 80 mil millones de pesos al año, más el impacto sobre la economía familiar y el sufrimiento humano que esto trae aparejado.
A través de un comunicado, el INSP fijó su postura. Señaló que “teniendo como objetivo contener el rápido aumento de obesidad y sus complicaciones en México, el gobierno federal presentó el “Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria: estrategia contra el Sobrepeso y la Obesidad”, en el cual se identifican los objetivos prioritarios para este fin.
Con base en ese acuerdo, la Secretaría de Educación Pública (SEP) con apoyo de la Secretaría de Salud (SSA) ha propuesto -después de una amplia consulta con expertos- los lineamientos generales para el expendio o distribución de alimentos y bebidas en los establecimientos de consumo escolar de los planteles de educación básica, los cuales pretenden promover una alimentación saludable en el entorno escolar, el cual se ha vuelto altamente “obesogénico”.
La estrategia de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2004) propone: “Para proteger la salud de los escolares, la escuela debe promover una alimentación sana, así como la actividad física. Se alienta a los gobiernos a que limiten la disponibilidad de productos con alto contenido de sal, azúcar y grasas.”
Los lineamientos que se están proponiendo, promueven el uso de agua potable como principal bebida hidratante, así como el consumo de frutas y verduras. De manera complementaria se propone inhibir el consumo de bebidas endulzadas (refrescos, jugos, néctares y otras bebidas que contienen endulzantes calóricos) y alimentos con alta densidad de energía (botanas, galletas, pastelillos industriales, entre otros alimentos).
No obstante, señalaron que para alcanzar este objetivo es importante que los lineamientos definan ciertas características de los alimentos; entre ellas, señalar los límites del contenido de calorías para los productos de alta densidad de calorías (>275 Kcal/100 gr) y recomendar la reducción gradual de grasas de riesgo, azúcares añadidos y sodio en los alimentos consumidos por los niños, de acuerdo con las recomendaciones de la OMS y otros organismos internacionales de salud.
Los comités de expertos de la OMS y el World Cancer Research Fund afirman que hay evidencia científica suficiente para argumentar que el riesgo de obesidad aumenta con el consumo de bebidas azucaradas. Es importante mencionar que México es uno de los principales consumidores mundiales de bebidas endulzadas, según la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas.
De acuerdo con los datos del Instituto, en el año 2007 los mexicanos consumimos 160.1 litros de refresco por persona al año. Esto se traduce en que las bebidas endulzadas representan el 27.8 por ciento y el 20.7 por ciento del consumo diario de calorías en niños preescolares y escolares, lo cual muy posiblemente fomenta el desarrollo de obesidad.
Los investigadores del INSP señalaron que existe confianza total en que “el interés público prevalecerá sobre los intereses particulares y que el gobierno federal hará, dentro del marco de la ley, todo lo posible para que las medidas que están siendo propuestas en los lineamientos no sean convertidas en letra muerta, comprometiendo gravemente la salud de esta generación y las generaciones venideras”.