Puntual como acostumbra, vía digital, el compañero David Monroy nos alertó primero del hallazgo y después de que la Procuraduría General de Justicia de Morelos decidió recurrir a exámenes de ADN para comprobar la identidad del cadáver semi momificado y putrefacto que fue encontrado la mañana de este martes al oriente de la ciudad, y que según algunas versiones extraoficiales podría pertenecer al joven desaparecido desde el pasado 1 de mayo, luego de ser detenido por elementos de la Policía Municipal de la capital de Morelos y entregado, según versiones del propio titular de la Seguridad Pública de Cuernavaca, Mauricio Vega, a policías federales y posteriormente a elementos del Ejército Mexicano.
En este caso, seguramente el dolor, el miedo, la tristeza y muchos otros sentimientos están presentes en sus cercanos a la espera de la práctica de exámenes de ADN que permitirán confirmar varios datos, entre ellos el tiempo que lleva muerto, la causa del deceso, la edad y, de coincidir, la identidad, al cotejarse con células de la familia Sánchez Santana.
Apenas sus padres fueron recibidos por el secretario de Gobernación José Francisco Blake Mora, quien les comentó y aseguró que se tienen importantes avances en la investigación, a grado tal que están por librarse órdenes de aprehensión. Antes, el procurador en Morelos Pedro Luis Benítez Vélez hizo del conocimiento público que la Policía Internacional (Interpol) buscaba a los presuntos responsables.
Sin embargo hasta el momento no se han revelado los nombres de quienes se buscan o se presume su culpabilidad, tampoco se sabe si son militares, policías federales o municipales, o civiles. La línea de investigación es clara desde un principio ante la denuncia, que tal vez por deslinde obligatorio, hizo el secretario de Protección y Auxilio Ciudadano de la capital morelense, Vega Chavaje. Era por demás absurdo que con datos que advertían tanta precisión no se ahondara y se apresurara el paso en la indagatoria.
Grave por supuesto el caso del múltiple homicidio en donde perdiera la vida el hijo de Javier Sicilia, quien ha logrado captar ese sentir social desafortunadamente con el gran peso de la pérdida de un hijo, al ser víctima de la guerra en contra del narcotráfico. El caso del joven desaparecido es igual o más grave y doloroso; sometido por las fuerzas preventivas paso de mano en mano, sin documentación, sin responsivas, sin que mediara el protocolo para estos casos. La familia ha encontrado cobijo en los medios estatales, algunos nacionales y ha sido escuchada por la autoridad, sin embargo hasta el momento nada.
Nos recuerda el reportero: “Jethro es buscado desde el pasado 1 de mayo, fecha en que fue detenido por elementos de la Policía Municipal al interior de la Feria de la Primavera Cuernavaca 2011. Según los reportes policíacos, Jethro protagonizaba una pelea por el pago de una cuenta, donde argumentó ser parte de un grupo vinculado al Cártel del Pacífico Sur y cercano a Julio de Jesús Radilla Hernández, apodado ‘El Negro’, que es una de las cabezas de ese grupo delictivo”.
“Al ser retenido por policías locales, también corre la misma suerte su acompañante de nombre Horacio. Ambos son llevados ante más elementos y, según la versión del secretario de Protección y Auxilio Ciudadano Mauricio Vega Chavaje, entregado a policías federales. Horacio, al día siguiente, regresó a su casa, pero Jethro no”.
“Cuando compareció ante las autoridades, Horacio reveló que habían sido vendados de los ojos y golpeados. Él logró regresar a su domicilio luego de ser abandonado en un municipio del sur de la entidad”.
Por cierto corre la voz de la salida, renuncia o despido del titular de la dependencia, de corto paso, ante este caso y tal vez de su denuncia tan clara; otros la atribuyen al error jurídico de una destitución de 88 elementos de la Policía Metropolitana, que hoy le costará al Ayuntamiento más de 5 millones de pesos, al considerarse despido injustificado. De generarse el cambio debe de ser cauteloso el presidente Martínez Garrigós de quien arribará, recuérdese que Cuernavaca tiene ya largo expediente: Francisco Sánchez en pleno proceso penal y Manuel Farfán Carriola asesinado en Nuevo León.
Esperamos que el cuerpo que hoy se analiza no empate con las huellas moleculares, que se mantenga vigente la esperanza y que reaparezca el joven; sabemos que es sólo un buen deseo, pero al intentar ponernos en los zapatos de sus seres queridos, así quisiéramos sucediera. Los responsables, esperemos tengan no sólo tino sino verdad la investigación, deben pagar pero además ser ejemplo de que el abuso de autoridad solamente lleva a criminalizar individuos que se supone están al servicio de la comunidad.