Para los ajenos al PRI, el contundente avance “rojo” viene a ser además de un gran golpe, una problemática difícil de sortear.
La izquierda, o los liderazgos de los partidos y corrientes de esa tendencia, de inmediato buscaron culpables y señalan como artífice de la derrota a un Andrés Manuel López Obrador que además de imponer candidatos se opuso rotundamente a la denominada alianza PAN-PRD que pudo competir en los cuatro estados en disputa.
Guadalupe Acosta Naranjo, derrotado en Nayarit, señala que muy lejos quedaron esos momentos en donde se festejaron los triunfos aliancistas en Sinaloa, Puebla y Oaxaca, ante la negativa a consolidarlas en este proceso por parte de López Obrador.
Por supuesto de los beneficiarios de las candidaturas, pese a la derrota, advierten el buen tino y el riesgo que se corrió pero congruentes con el pensamiento e ideología; Alejandro Encinas, superado en el Estado de México, dejó en claro su agradecimiento a AMLO además de anunciar su impugnación sobre la candidatura del triunfador Eruviel Ávila.
En Coahuila el asunto es mucho más delicado: El Partido de la Revolución Democrática (PRD) apenas rebasó 11 mil votos en la contienda por la gubernatura, esto es 1.76% de los sufragios; el del Trabajo (PT) obtuvo una votación de 1.75% y Convergencia, 0.72%, con lo que estarían en riesgo de perder el registro local.
Como si fuera algo difícil de entender, el presidente del PRD, Jesús Zambrano, convocó a analizar los errores cometidos y a replantear la estrategia del partido; habló de abrir las candidaturas ciudadanas y fijar acciones para convencer al electorado.
Convocó igualmente a la militancia perredista, a las fuerzas de izquierda y a los liderazgos de las “fuerzas democráticas progresistas” del país, a reflexionar su propuesta y poner la perspectiva de estar en pie de lucha en 2012 y demostrar que se puede tener una coalición amplia para vencer al PRI en el proceso presidencial.
En la casa de enfrente, José Ángel Córdova Villalobos, secretario de Salud, reconoció que al interior del PAN existe preocupación por el triunfo que obtuvo el PRI; tenemos que trabajar mucho más para todos los procesos electorales que siguen, reflexionó –vaya profundidad- el aspirante al gobierno de Guanajuato.
El principal error de Acción Nacional fue no haberse reparado a tiempo y haberle apostado a las alianzas sin contar con plan alternativo; así contundente el senador Santiago Creel reaccionó ante los hechos.
Exigió definir el proceso de selección del candidato de Acción Nacional a la Presidencia de la República y atacó: “si el gobierno federal tiene un candidato que lo defina ya para empezar a trabajar desde este momento y estar en forma en 2012 y evitar que el PAN vuelva a sufrir la misma derrota de este fin de semana”.
A partir de hoy –este lunes 4 de julio- comienza una nueva etapa de trabajo y esfuerzo para consolidar al partido (PAN) como la opción más cerca a los ciudadanos y así “ir con todo rumbo al 2012”; arrollado y derrotado se levantó el presidente nacional del CEN del PAN, Gustavo Madero Muñoz.
Explicó que Acción Nacional revisará con mucho cuidado el mensaje que ha enviado la población, a fin de impulsar los cambios que necesita el instituto político para fortalecer la confianza en el electorado.
Superficial y sonriente, para la coordinadora en la Cámara de Diputados del blanquiazul, Josefina Vázquez Mota, el PAN no perdió nada en las elecciones del 3 de julio, ya que ni el Estado de México, ni Nayarit ni Coahuila eran gobernados por la fuerza política. Por el contrario, para ella su partido logró avances significativos el fin de semana, “hay que reconocer la voluntad de los ciudadanos. En ninguna de las tres entidades el PAN gobernaba; no estamos perdiendo una gubernatura, pero nos hubiera gustado haber logrado triunfos”.
Tal vez la parte menos agradable del triunfo priista y que puede tal vez otorgar votos pero generar desconfianza, es el anuncio del presidente del tricolor Humberto Moreira, al anunciar lo que seguramente habrá de darse para la contienda de 2012: una alianza con la maestra Elba Eshter Gordillo, con ella y con su partido político Nueva Alianza. Con ella y su hija Mónica Arriola. Con ella y con sus fieles, que falderos le siguen, a cambio de curules federales y estatales, regidurías, escaños, cargos públicos de todo nivel y por supuesto negocios. Ese será un lastre para el PRI, insistimos son votos sí, pero no una forma de gobierno que desea la sociedad.
Poco a poco iremos conociendo las reacciones y ajustes que estos resultados tendrán en Morelos, antes de que acabe el año todo estará definido en cuanto a candidaturas pero apenas estará iniciando una lucha entre los de siempre, y según se advierte, habrán de sumarse algunos que confíen en las propuestas o espacios que los institutos, también los de siempre, les abrirán bajo el cobijo de “espacios ciudadanos”.