Después del ridículo público al que fueron sometidos nuestros congresistas al verse obligados a echar abajo la reforma al Código Penal de Morelos sobre la aplicación de penas específicas, con todo desconocimiento de las leyes federales existentes en la materia, en el caso de la “negligencia médica”, ahora han citado a comparecer a los secretarios de Salud, Víctor Caballero Solano, y de Finanzas, Alejandro Villarreal Gasca.
Temas, por supuesto que debe haber suficientes no para ésta sino para innumerables reuniones entre los representantes de estos dos Poderes. Sin embargo, dudamos –y consideramos tener las bases suficientes para así advertirlo-- que exista un beneficio inmediato del intercambio de ideas y de los cuestionamientos que del encuentro surjan.
El titular de la cartera de Salud arriba con la “estrellita en la frente” al haber encabezado la marcha que motivó que el Congreso reculara en su afán –insistimos, por desconocimiento e incapacidad-- de sancionar inequitativamente a los médicos en caso de faltar a los principios profesionales; el de Finanzas, por su parte, acude fortalecido también al haber sido autor de la suspensión del pago del Impuesto sobre la Tenencia Vehicular en Morelos, lo que generó que el Congreso acelerara el paso y lo suspendiera definitivamente.
La presencia de ambos funcionarios ha motivado ahora a médicos y enfermeras de la Secretaría de Salud, del Hospital del Niño, del Hospital "José G. Parres", del Hospital de la Mujer y demás centros de salud para exigir a los diputados mayor presupuesto para el sector salud; hace más de diez años –señalan-- que no se ha incrementado el recurso para este sector.
Gil Magadán Salazar, líder sindical de la Secretaría de Salud, hace público que se aprovechará que se iniciará el análisis del proyecto del presupuesto para el 2012, para conseguir que se incremente y con ello se logren subsanar las necesidades más apremiantes de cada institución médica.
Con el presupuesto, que desde hace un decenio está estancado, es imposible fortalecer el equipamiento y abasto de medicamentos y en algunos casos ni siquiera se atienden las necesidades de la plantilla laboral y equipamiento, denunció.
La mayoría de los hospitales nuevos que se han abierto son “elefantes blancos" debido a que no cuentan con el personal necesario para funcionar y el que existe no goza siquiera de las prestaciones de ley, además de que no se tienen los equipos adecuados para ofrecer servicio de calidad a los usuarios, ni tampoco hay los insumos y medicamentos suficientes. Así de claro lo expresa el representante de los trabajadores del sector salud.
Por supuesto que está por verificarse el que haya quórum y se cumpla con la comparecencia de ambos funcionarios; hoy es una incógnita si nuestros diputados/candidatos, porque ya cumplen la doble función desde hace tiempo, pueden entregarle algo de su tiempo de campaña a los intereses del estado.
Por demás resulta vergonzoso el que haya entrado en vigor la reforma a la Constitución de Morelos en su artículo 117, con lo cual los representantes sociales –entiéndase diputados-- no están obligados a separarse de sus cargos –aunque logren ser candidatos registrados-- con 90 días de anticipación al día de la elección. La justificación es bellísima: plantean que los diputados son electos para cumplir una función de tres años y ante ello no existe razón por la cual deban dejar sus curules.
No cabe duda que cada quien interpreta el reclamo social a su gusto y conveniencia. Según lo que entendemos, la comunidad exige que al haber sido electos para una función y un tiempo, quedaran obligados a culminar el encargo y fuera de la contienda inmediata siguiente. Sin embargo, consideramos que ésta también sería –porque la decisión tomada lo es-- un abuso y violación a garantías individuales, y las cosas como actualmente quedaron nos hacen pensar y cuestionar, ¿y los suplentes… apá?
Cada día los legisladores morelenses suman en su contra. Ni con estas estrategias –que hablan de un Poder que ha equivocado el camino-- la sociedad nunca más confiará en ellos como funcionarios y tal vez como personas.
Por lo pronto ya veremos cómo soportan ahora el embate de personal sindicalizado del sector salud; los médicos lograron su cometido y consideramos ahora que su solidaridad se hace necesaria en este caso en lo particular con sus colaboradores.