Jojutla.- Con la recuperación de 19 cuerpos (se espera rescatar por lo menos 35) concluyó ayer la tercera jornada de exhumación de cadáveres en la fosa común de Jojutla, ubicada en el panteón de la colonia Pedro Amaro.
Temprano, Javier Sicilia, del movimiento por la paz con justicia y dignidad, en entrevista manifestó su preocupación por la “pedacería” de huesos encontrados el primer día de los trabajos y de lo cual la fiscalía no ha respondido si abrirá una carpeta de investigación de cada uno de ellos.
Apuntó además, que por lo menos uno de los cuerpos exhumados hasta el momento no cuenta con necropsia.
“Pedimos que a cada hueso se le haga capeta de investigación y se trate como a un cuerpo”.
Reprobó que la víspera, el fiscal general Javier Pérez Durón haya deslindado de responsabilidad, de manera anticipada, al gobernador del estado de cualquier irregularidad, hecho que consideró como un acto de complicidad y de falta de seriedad.
“El fiscal no puede exculpar al gobernador, aunque la ley lo diga, parece que los gobernadores no tienen responsabilidades aquí y no hay forma que los persiga la ley”, dijo.
Sostuvo que por lo menos, el gobernador debe dar la cara y explicar qué es lo que pasó en esta fosa común.
Del mismo modo, consideró necesario que se llame a cuentas a todos los alcaldes que tuvieron que ver con la inhumación de los cuerpos en Jojutla, que datan del año 2004, desde el ex edil Nelson Torres, hasta Hortencia Figueroa y el actual presidente Alfonso de Jesús Sotelo.
PAPALOTES DE LA ESPERANZA
Por otra parte, el psicólogo de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) Fernando Mendoza Vergara -encargado del programa de atención a víctimas- comentó que están trabajando con los familiares para atenuar la espera y la pena.
“La experiencia de Tetelcingo nos dejó en claro que muchos de los psicólogos que trabajábamos en instancias diferentes, no teníamos como un plan para trabajar con las familias. Se vienen las familias de muchos lados, pero se sienten como desvalorizadas, porque no hacen nada, están sentadas solamente, viendo, escuchando que sacan un cuerpo, otro cuerpo. Entonces, lo que nosotros planteamos es hacer una serie de talleres que minimice esta parte de esta violencia que estamos viviendo aquí. Primero les pusimos el tendedero de la esperanza, en donde las personas bordaron algún pensamiento para sus familiares desaparecidos y ahora empezamos con este trabajo que se llama papalotes por la esperanza. En la colita del papalote se está haciendo una dinámica que se llama ‘yo me acuerdo de’. Ahí las familias tienen que poner de qué se acuerdan”.
Reconoció que en Morelos esta situación es inédita, apenas se está documentando el sentir de los familiares de víctimas desaparecidas.
“En los estados de Veracruz, Chihuahua y Tamaulipas hay incluso colectivos que están trabajando toda esta parte del apoyo psicosocial con los familiares. Nosotros estamos por crear un taller para familiares, para niños, los niños que se quedan en casa. Ellos también son parte de una familia que está desintegrada, son niños que están viviendo un duelo interminable. Incluso, algunos padres han sido abandonados por sus hijos, porque se les presta más atención al desaparecido que a ellos”.