Defensora de derechos humanos dictará una conferencia en Jojutla.
Zona sur.- A pesar de las situaciones de violencia que hoy siguen viviendo, las personas trans avanzan en la inclusión y en su reconocimiento de sus derechos, aseguró la mujer trans, activista y defensora de los derechos humanos Kenya Cuevas.
La también fundadora de la asociación civil “Casa de las Muñecas Tiresias” y de la casa hogar “Paola Buenrostro”, primer albergue para mujeres trans en el país, estará este jueves 24 de octubre en Jojutla para dictar la conferencia “Ser mujer trans: inclusión y respeto”, en la Escuela de Estudios Superiores de Jojutla (EESJ) de esta ciudad, a partir de las 4:30 pm. La entrada no tendrá costo, pero se solicita un producto de la canasta básica, que será dirigido al albergue “Paola Buenrostro”.
En entrevista, adelantó que desgraciadamente México ocupa el segundo lugar en transfeminicidios y asesinatos a la comunidad LGBT, después de Brasil. “Eso tiene que ver con los usos y costumbres, con las creencias, los estereotipos que se han generado con la construcción de género, y al no cubrirse esta construcción de género, estamos siendo pecadores y se genera discriminación y transfobia, y la transfobia se traduce en diferentes formas de violencia”, detalló.
Sin embargo, aseguró que se ha estado avanzando. “Lo que hemos buscado desde la Casa de las Muñecas es educar para que cada vez más personas podamos ser conscientes de que todos somos seres humanos, que vamos al mismo hoyo como todas las personas, y que también las personas LGBT deben de gozar de los mismos derechos que las personas cisgénero y heterosexuales”.
“Ahora hay más padres responsables y preocupados por atender a sus hijos, hijas, infancias, juventudes LGBT; eso es un panorama distinto a nuestras generaciones pasadas, cuando los padres nos excluían o no estaban de acuerdo con estas realidades”.
Kenya Cuevas también resaltó que ahora los padres buscan información para apoyar a sus hijos y esto da un entorno social distinto, y un ejemplo de esto es que en las escuelas ya se ven y entienden este tipo de expresiones, cuando en los 90 eran impensables.
“Creo que vamos avanzando, vamos lento, pero por el buen camino, que es educarnos para generar respeto y empatía, porque aceptación, ya nos aceptamos. Lo que necesitamos es respeto y empatía”.
Hizo énfasis en que las personas de la comunidad también pagan impuestos y ahí sí, no son excluidas.
“Como contribuyentes, somos sujetas de derecho y, por consecuencia, las instituciones lo mínimo que deberían hacer es adaptar estos cambios, desde modificación de reglamentos, creación de protocolos, respetando la orientación”, concluyó.