Durante su visita a la región sur, Blackaller Ayala resaltó que a pesar del panorama que se percibe sobre la postura del gobierno de Estados Unidos con respecto al Tratado de Libre Comercio de América Latina (TLCAN), éste es vigente, y no está afectando al sector, “la parte norteamericana, el gobierno de estados unidos ha mencionado la intención de la revisión del TLCAN en un tono muy parcial en la búsqueda del beneficio de la parte americana, pero al ser un tratado que involucra a los tres países (México, Estados Unidos y Canadá), tiene que tomarse acuerdos entre las partes”, dijo.
Indicó que hoy el TLCAN forma parte del modelo económico de los tres países, “pensar en borrarlo de un plumazo ya no es posible, hay empresas no sólo del sector agropecuario sino de la transformación, informática, de servicios, diferentes conceptos que no podrían concebirse sin una interacción como lo es este tratado”, señaló.
Mencionó que lo que sí es cierto, es que se va a revisión y una profundización de los alcances del tratado, lo que a México le va a brindar la oportunidad de revisar temas.
Entre ello, dijo que la agroindustria mexicana de caña tiene un tema que es muy sensible, ya que bajo los actuales acuerdos de TLCAN, el sector no tiene problemas, sin embargo, el país está siendo invadido por la introducción de fructuosa al mercado que hoy ya conlleva el 25% del mercado de edulcorantes, cuando anteriormente México no consumía ni un sólo kilo de fructuosa.
Un producto que viene a México en condiciones de dumping es desventajosa para el mercado nacional de azúcar.
“La fructosa en EU se vende a 950 dólares y esas misma fructosa y esas mismas compañías vienen a votarla a México con un 40 o 50% de descuento. Esta fructosa es utilizada principalmente por las empresas refresqueras, no dejándole ningún beneficio a México en cuanto a insumos de producción nacional, salvo una pequeña cantidad de azúcar que continúan utilizando, pero aprovechando ese descuento por dumping que están teniendo en el comercio de la fructosa importada”, subrayó Blackaller Ayala.
Lo anterior, le causa un gran daño, una grave afectación al sector azucarero –dijo- ya que en término de pesos y centavos calculan que significa que la agroindustria mexicana de la caña está perdiendo alrededor de 500 millones de dólares por año por la introducción de fructosa al país que no deja ningún beneficio a ningún otro ramo.