De esta manera, las más de mil tumbas que se encuentran en el panteón municipal de la comunidad fueron adornadas con la tradicional corona de flores artificiales, papel picado y flores de pericón y tlapaneca en honor a San Miguel Arcángel.
"Para la comunidad el 28 de septiembre es la fecha principal para festejar a nuestros difuntos. Este día, desde muy temprano, todos los que tenemos algún familiar que su cuerpo ya descansa en este panteón, acudimos a limpiar las tumbas y posteriormente adornarlas y encender las velitas de cebo para iluminar el camino para que degusten de la ofrenda que les ponemos también aquí sobre su tumba, con los productos de la cosecha de la comunidad", explicaron habitantes de Coatetelco.
Asimismo, los familiares colocan sobre las tumbas la ofrenda de alimentos para sus difuntos que debe integrar el elote, como principal producto que se da en la comunidad; tamales de elote, elotes asados y/o hervidos, agua, más la bebida de preferencia del difunto, ya sea algún refresco, cerveza o alcohol que en vida consumió y fruta de temporada.
Con esta tradición particular de la comunidad indígena de Coatetelco, los habitantes festejan a San Miguel Arcángel, ofreciendo una misa en su honor, que celebra el párroco en el panteón por la tarde de cada 28 de septiembre.
Finalmente, los familiares acompañan por varias horas a sus difuntos y, llegada la noche, centenas de personas abandonan el cementerio dejando encendidas las cuatro velas que, según la tradición, deben poner en las tumbas para iluminar el camino de los espíritus.