El gobierno municipal no deja de tirar ahí la basura y rompió los sellos que colocó la Propaem.
Tlaquiltenango.- A varios meses de que se originó el incendio del tiradero municipal ubicado en la colonia Las Carpas, los vecinos de la localidad se encuentran desesperados porque ninguna autoridad ha intervenido y el gobierno municipal, lejos de resolver el problema, rompió los sellos de clausura que colocó la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de Morelos (Propaem) y sigue tirando basura, agudizando los problemas de salud pública y ambiental.
Un grupo de vecinos de esa localidad, quienes pidieron el anonimato, denunciaron que cada vez es más preocupante el problema, ya que desde que se originó el incendio sí hubo atención de parte de las autoridades, no solo de este municipio, sino de otros pero no lograron sofocarlo y hasta la fecha sigue la misma situación.
El humo que emana día y noche el lugar -ubicado sobre un cerro que es visible a la distancia- se expande y genera, primero, graves problemas de contaminación y también problemas de salud en niños y adultos, como ojos irritados, dolor de garganta, asma y otros, además de malos olores, y al seguir depositando la basura en el lugar cada vez se esparce más por la zona y se generan vectores.
“Nuestra preocupación es que el Ayuntamiento de Tlaquiltenango no nos ha apoyado, nomás nos dice que sí lo va a resolver, que ya no van a tirar basura, pero es mentira. Nunca han dejado de tirar la basura”.
Resaltaron que ya acudieron a la Propaem hasta en dos ocasiones, la más reciente hace unos días, y en ambas ocasiones el gobierno municipal ha retirado y roto los sellos, porque los camiones llegan de madrugada, por lo que acusaron que fue el propio Ayuntamiento el que rompió los sellos y no hubo consecuencias.
Además, temen que haya un problema geológico mayor porque después del temblor del pasado 19 de septiembre, supuestamente los geólogos de la UNAM les explicaron que las venas del volcán Popocatépetl pasan por este lugar y si se mezclan con los gases, puede darse una explosión.
Una persona refirió que por la madrugada el olor a quemado se intensifica, a pesar de cerrar las ventanas y cada vez es más difícil que se recuperen de las enfermedades, además de que deben trasladarse hasta Tlaquiltenango o Jojutla, para ser atendidos.
Una más puntualizó que la contaminación está alcanzando las áreas verdes del cerro.
“Aparte de que está prendido, están aventando la basura a la parte de afuera y el Comisariado Ejidal ya está viendo también este problema, porque también están sufriendo daño”.
Insistió en que han enviado varios oficios a igual número de dependencias del municipio y no han obtenido ninguna respuesta definitiva. “Solo mandan algunas pipas de agua y la máquina, vienen un rato y se van”.
Apuntó que esta semana podrían venir nuevamente las autoridades estatales a hacer una inspección, pero lamentó que como ya va a acabar el sexenio, quizá no le presten la atención debida.
“Queremos que lo cierren, para evitar la contaminación y las enfermedades”, coincidieron.