Destacó que el cierre del Observatorio se debe a preservar su conservación, ya que presenta deterioros ocasionados por la concentración de grandes cantidades de bióxido de carbono producido por la respiración de las multitudes que se concentraban en el espacio. “Este bióxido de carbono que producimos al respirar se fijaba en las paredes deteriorando los aplanados y restos de pinturas, así como la humedad que produce también la respiración estaba deteriorándolas; así que sería lamentable que en pocas décadas este espacio se colapsara por todas estas situaciones; algo que ha perdurado por muchos años y que por más de 100 años estuvo abierto al público”, dijo.
Señaló que por ello se vieron obligados a cerrarlo; sin embargo, refirió que se está estudiando la posibilidad de poderlo abrir. “Son monitoreos a largo plazo donde se mide la temperatura, la humedad, para ver cómo se va comportando el lugar”, puntualizó.
El director de la zona arqueológica destacó que el Observatorio era un atractivo turístico muy importante y tuvo que ser cerrado para su conservación; es un área que funciona para establecer comprensión del paso del sol, que marca la época en que el sol está exactamente sobre Xochicalco, es decir en el cenit, por el mes de mayo; fechas muy importantes en el calendario mesoamericano del tipo ritual.
La Zona Arqueológica de Xochicalco, establecida en 707 hectáreas, con un 10 por ciento de exploraciones arqueológicas, ofrece otros atractivos históricos como son la Pirámide de la Serpiente Emplumada, el monumento más importante del sitio, un icono de la arqueología de nuestro país y del mundo; el recorrido por la zona con nuevas áreas que han sido exploradas; el museo de sitio con sus seis salas de exhibición permanente, donde se pueden observar piezas arqueológicas y la temporada de iluminación que inicia a partir de noviembre y termina en el mes de mayo.
El costo para poder apreciar la zona arqueológica es de 51 pesos por persona, de lunes a domingo, con descuento a estudiantes.