Su casa se vino abajo con el 19-S y ninguna autoridad la ha apoyado; ahora duerme bajo un techo de láminas.
Miacatlán.- Una familia de la comunidad de Coatetelco que perdió su casa tras la tragedia del 19-S quedó fuera del apoyo del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) y del programa estatal “Unidos por Morelos”, a pesar de haber sido censada. A la fecha nadie le resuelve nada, por lo que ha improvisado un techo en el patio del terreno para colocar su casa y cama, con apoyo de los vecinos.
María Celestino Mariano, habitante de Coatetelco, relató cómo el 19 de septiembre vio caer su casa, construida de adobe, que fue herencia de su suegro.
En la vivienda, que por años se ubicó en la calle Amargura sin número, frente al Museo de la Zona Arqueológica de la comunidad, habitaban dos matrimonios, el de María y el de uno de sus hijos que hoy, tras quedarse sin un techo, tuvo que salir a rentar. En la parte trasera del terreno, vivía otro de sus hijos, casa que aún está de pie.
María Celestino comentó que la casa prácticamente se derrumbó en el momento del sismo, por lo que tras la contingencia grupos de jóvenes, maquinaria y personal de diferentes dependencias apoyaron a terminar de tirarla, a rescatar lo que se podía de las pertenencias y retirar el escombro.
Agregó que las primeras semanas, cuando la brigada del Fonden pasó a su domicilio, le entregó un folio y le pidió llenar un formato. "Todo iba bien, nos dijeron que se los entregaría el apoyo, que era pérdida total, pero después, cuando llegaron las tarjetas, la nuestra no se encontró. Más tarde había asociaciones que nos decían que nos apoyarían: primero nos dieron una carpa, ahí estuvimos viviendo, pero con las lluvias se cayó y nuevamente nos quedamos sin techo", relató.
Comentó que con el paso de los meses, su esposo, acompañado de una de sus hijas y su nuera, acudieron a la Sedatu con el número de folio, pero los funcionarios les dijeron que no habían sido calificados y no recibirían nada.
A un año del sismo, la familia ha adaptado de manera provisional un techo de lámina en la pared del vecino. Ahí puso dos camas, el comedor y un tlecuil (un fogón para cocinar). María dijo que ha sido un año difícil, ya que la familia se dispersó y no hubo apoyo.
Actualmente duermen en el patio. A pesar de que muchos los visitaban y veían las condiciones en las que estaban y les prometían apoyos, nunca regresaban. Solo recibieron despensas. "Era lo que nos daban y se agradece porque sí es de gran ayuda. No sabemos cuándo podamos levantar nuevamente nuestra casa, pero no perdemos la esperanza de volver a tener un techo seguro y digno para vivir".