Se calcula que 750 hectáreas de campos de riego están en peligro por la falta de agua.
Puente de Ixtla.- Alrededor de 750 hectáreas de riego en ejidos de este lugar podrían dejar de sembrarse tras la desaparición del manantial "Ojos de agua" de la comunidad de Cuauchichinola en el municipio de Mazatepec, a consecuencia del sismo del 19 de septiembre de 2017, dio a conocer un grupo de productores de este lugar.
Wildevaldo Luna Pagua, usuario de la derivadora que se abastece del manantial "Ojos de agua", exhortó al gobierno que encabeza Cuauhtémoc Blanco Bravo a que apoye al agro de este lugar, ya que está en riesgo el abastecimiento del vital líquido para cultivos de caña y guacamote, principalmente, del ciclo agrícola primavera-verano.
Los agricultores aseguraron que requieren el apoyo por parte de las autoridades tanto federales como estatales para recuperar el agua que dejó de brotar en el punto conocido como "Ojos de agua", que se localiza en las inmediaciones del municipio de Mazatepec con Puente de Ixtla, en la comunidad de Cuauchichinola.
Manifestaron estar preocupados ya que este manantial era lo que daba vida al río Chalma en época de estiaje y abastecía a aproximadamente 750 hectáreas de cultivos de ejidos como el campo El Salado, Santibáñez, Galera y Pineda, no solo de Puente de Ixtla, sino también parte del ejido de la comunidad de San Gabriel las Palmas, municipio de Amacuzac.
Recordaron que el agua se requiere para los meses de marzo, abril y mayo principalmente, alrededor de 100 días, tiempo en que los cultivos de caña y guacamote requieren del suministro.
"Necesitamos que ahorita se realicen las acciones para recuperar los manantiales, ya que de lo contrario somos muchos los productores que nos veremos afectados", insistieron.
Detalló que del manantial "Ojos de agua" se abastecen 150 hectáreas del campo El Salado, pero además abastecía 200 hectáreas del campo Santibáñez a través del rebombeo del río hacia el canal, así como otras hectáreas en el campo Galera y Pineda, que ahora no tendrán abasto.
Recordaron que en 1985, tras el sismo, se registró un caso similar y tardó cerca de cinco años recuperar el afluente, pero se contó con apoyo de autoridades; sin embargo, en esta ocasión, los esfuerzos no han sido suficientes.