Coatetelco.- las autoridades locales buscan sustituir el uso de plásticos para decorado por papel en las fiestas tradicionales –como la de San Miguel, que ya se avecina- con el propósito de reducir el uso de materiales altamente contaminantes y de difícil degradación, además de que con ello se rescatan los usos y costumbres.
El secretario municipal Hernán Onofre Jiménez informó que como parte de las acciones se trabaja en desplastificar los panteones, es decir, retirar y dejar de utilizar los plásticos como adornos en las tumbas y viviendas, dentro de una de las principales festividades, como la celebración de San Miguel Arcángel.
“Estamos invitando a la ciudadanía para que el próximo 28 de septiembre, cambiemos las flores de las coronas y las tradicionales "pancitas" hechas de plástico, por unas de papel de china o crepé, como se hacía anteriormente", dijo.
Agregó que esto es con la finalidad de recuperar el uso tradicional del papel para la elaboración de las coronas de flores y las llamadas pancitas, decorados que se utilizan en esta temporada y que se llevan al panteón para adornar las cruces de los sepulcros.
Por ello, se ha lanzado la invitación a la población para adornar este 28 de septiembre con papel y no utilizar los plásticos.
Señaló que con esta iniciativa, que se promueve a partir de este año, también se contribuye a reducir la contaminación, para cuidardel medio ambiente.
Cabe mencionar que cada 28 de septiembre, los habitantes del municipio indígena tienen como tradición ofrecer ofrendas a los fieles difuntos, resaltando también la buena cosecha de maíz, como parte de los festejos a San Miguel Arcángel.
Cada 28 de septiembre las tumbas que se encuentran en el panteón municipal de la comunidad son adornadas con la tradicional corona de flores artificiales, papel picado y flor de pericón y tlapaneca en honor a San Miguel Arcángel.
Para la comunidad el 28 de septiembre es la fecha principal para festejar a los difuntos, y desde muy temprano, todos los que tienen algún familiar en el panteón, acuden a limpiar y adornar las tumbas y encender cuatro velitas de cebo para iluminar el camino para que degusten de la ofrenda, que tiene como característica principal los productos de la cosecha de la comunidad, es decir, el elote en sus diferentes formas de preparación.