No pueden trabajar ante la situación que se vive por la emergencia sanitaria.
Jojutla.- Los mariachis callaron. Pero no solo ellos, sino también los tríos, los norteños y, en general, todos los que se dedican a la música, que se encuentran en una situación difícil a causa de la emergencia sanitaria.
“Nos cerraron nuestros centros de trabajo; los restaurantes, centros nocturnos y hasta los bailes populares nos los han detenido porque son masivos, por la amenaza del coronavirus Covid-19. Por todos lados nos han cerrado”, declaró Andrés Álvarez Montes, quien radica en Zacatepec y depende de esta actividad desde hace más de 30 años.
Dijo que la situación se empezó a complicar desde finales de marzo, con el cierre de los negocios donde laboraban.
“Yo tenía un trabajo seguro cada semana, una plantita, se puede decir; iba con mi grupo los viernes y sábados, pero ahora el lugar está cerrado”, se lamentó.
Estimó que del total de personas que se dedican a la música, el 85 por ciento son de tiempo completo, mientras que el restante 15 por ciento tiene un negocio y solo trabajan cuando hacen contrato; pero ahora, con el cierre de negocios, también están en una situación difícil. “Están ya como nosotros”, señaló.
Álvarez Montes también comentó que la semana pasada, el sindicato de músicos solicitó apoyo al gobierno de Cuernavaca para poder aguantar esta situación.
“Todos estamos en la misma situación; estamos esperando que haya algún apoyo, pues el cierre podría ser contraproducente, pues si alguien tiene hambre y sus hijos tienen hambre, pueden llegar a actuar de manera violenta”, consideró.
Asimismo, propuso que una solución sería que el gobierno, ya sea estatal o municipal, contrate de manera anticipada a los músicos, que paguen ahora y se programen las actuaciones después. Incluso, con ayuda del sindicato, se pueden traer grupos de reconocimiento nacional.
Comentó que de su parte, ya está buscando trabajo de cualquier otra cosa y espera que no se alargue más esta situación porque no podrían aguantar más de 15 días.
Finalmente, también reconoció que por alguna razón, muchos músicos no son buenos administradores. “Si tengo cinco mil pesos, me los gasto, aunque tenga dificultades después, y la mayoría son así”, concluyó.