Como se recordará, el pasado jueves 6 de enero, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional irrumpieron en el negocio citado, ubicado en el camino viejo a Santa Rosa 30, colonia Emiliano Zapata, de Tlaltizapán, en un operativo en donde decomisaron dos autos con reporte de robo, se llevaron detenida a la también propietaria del lugar, Irma Betancourt Beltrán, y detuvieron a dos policías de Zacatepec por portación ilegal de arma, mientras que Zamudio Betancourt aseguró que fue objeto de agravios físicos y violaciones a sus garantías individuales.

“Hubo un abuso por parte de los elementos del Ejército nacional, toda vez que se introdujeron al domicilio de mi madre (Irma Betancourt) y el cual es también un depósito oficial en donde se resguardan vehículos que nos ponen a disposición autoridades municipales”, señaló en principio.

Detalló que ese día, a él le avisaron que sujetos armados se habían presentado en el negocio propiedad de él y su familia y por ello solicitó auxilio al alcalde José Carmen Cabrera, quien le facilitó su vehículo, una Jeep Liberty modelo 2010, sin placas, color negra.

Sin embargo, al llegar al lugar e intentar identificarse como propietario, los elementos del Ejército presuntamente lo rodearon y golpearon para después despojarlo de su cédula profesional, según narró.

Mostró además una parte del video que pudo rescatar del circuito cerrado, pues los soldados pidieron que se borrara, en donde se observa precisamente que Zamudio llega, se le cae el teléfono, se acerca a los soldados y entonces recibe unos golpes y es arrastrado hacia a atrás de una unidad del Ejército, lo que no permite ver el resto de la agresión.

“Me golpearon, me torturaron, me estuvieron amenazando de muerte los elementos militares sin ninguna causa justificada; se llevaron también mi cédula profesional. Es por ello que también me pusieron en libertad, vieron que era licenciado en derecho”, apuntó.

Mencionó que también agredieron a su hermano Christian de los mismos apellidos, quien llegó después, lo mismo que a los policías municipales Isidro Rodríguez Jaimes y Francisco Javier Domínguez Álvarez, a quienes se llevaron detenidos. “Me rompieron el oído”, dijo.

La noche del domingo presentaron la denuncia penal Jo/1ª/58/11-01 en contra de los elementos que participaron en el operativo, ante el agente del Ministerio Público en Jojutla, por los delitos de allanamiento de morada, privación ilegal de la libertad, lesiones, robo, abuso de autoridad y lo que resulte.

Asimismo, mencionó que la Barra de Abogados –de la cual es integrante– le ha ofrecido su apoyo para que esta semana se forme una comisión y vaya a la Ciudad de México a interponer una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en contra de las fuerzas castrenses.

Entre el viernes y sábado, los policías, la señora y el vehículo, fueron liberados.