Jojutla.- Con motivo de los 300 años de la aparición del Señor de Tula –que posteriormente daría origen a la tradicional Feria de Año Nuevo– en esta ciudad, que se celebrará el próximo año, a partir de este martes comenzaron diferentes actividades religiosas y culturales para celebrar el hecho.
Este martes, la Dirección de Cultura municipal organizó la presentación de un concierto con la soprano Alejandra Caletti, en el actual santuario.
Por su parte, la Dirección de Asuntos Religiosos organizó la elaboración de un tapete artesanal, de la entrada hasta el altar del Señor de Tula.
El titular del área, Sergio Leguizamo Maya, informó que este tapete es parte de la celebración que comenzó ayer, 14 de septiembre, por parte de la comunidad católica, en el aniversario 299 de la aparición de la imagen del Señor de Tula en el municipio, que da paso a la fiesta patronal de este lugar, y que el próximo 2022 cumplirá 300 años.
El tapete, hecho de aserrín, tuvo una dimensión de 150 metros lineales, por dos metros de ancho y muestra distintas figuras hechas a mano, con colores vegetales.
Reconoció que no a todos les gustó, pues hay quienes lo querían pisar y desbaratar de manera anticipada.
La leyenda dice que el Cristo Crucificado color negro, o Señor de Tula, lo encontró o se le apareció al arriero José Cerón, el 14 de septiembre de 1722, en los campos o potrero del Tular, de la hacienda de San Gabriel Las Palmas, hoy municipio de Amacuzac.
Al cortar un árbol, de los llamados cubata, notó que escurría sangre de él, encontrando que dentro estaba un Crucifijo Negro, que fue trasladado a la capilla de la hacienda, de donde ha desaparecido en cuatro ocasiones para reaparecer o regresar al campo del Tular.
Los padres dominicos trasladaron la imagen al convento de Santo Domingo de Tlaquiltenango el 1 de enero de 1723.
Posteriormente apareció en el templo de Nuestra Señora de Guadalupe, en Jojutla (hoy parroquia de San Miguel Arcángel). Aunque lo devolvieron a Tlaquiltenango, regresaba a Jojutla. Por tal motivo, fue entregada a los fieles de esa población.
La celebración dio origen a lo que después sería la tradicional Feria de Año Nuevo de Jojutla, que es una de las más grandes del estado.