Señaló que en el caso de esta institución, desde hace tres años y gracias a las aportaciones de los padres de familia, se cuenta con seguridad privada para resguardar el plantel.
“Esto nos ayuda también en la seguridad de los jóvenes. Tener seguridad privada nos ha ayudado sobremanera, pero la seguimos reforzando todavía más y la vamos a seguir reforzando”, apuntó.
Aunque no mencionó cifras, confirmó que con la cooperación que dan los padres de familia se paga el servicio, el cual hoy día es más necesario porque el plantel ha crecido.
“Hemos ido incrementando elementos, porque hoy se ha vuelto una necesidad y necesitamos reforzarla más porque abrimos un laboratorio con 40 equipos y otro con 38; tenemos mucho más equipo que salvaguardar.”
Reconoció que el gobierno le proporciona vigilancia, pero no es suficiente. “Nos pone vigilancia, pero en horas ‘pico’ solamente; no tenemos vigilancia permanente de ellos.”
En cuanto a si los alumnos han sido objeto de acoso, aseguró que hasta el momento no se han presentado problemas de este tipo, aunque sí, algunas veces, pese a las recomendaciones, los muchachos se van caminando a los lugares donde viven, pero en ocasiones se debe a la situación económica o por el gusto de irse caminando.
“Se les da(n) pláticas a los jóvenes, normalmente durante los honores a la bandera, o a través de la oficina de servicios escolares. Con los maestros, los invitamos a que no se vayan solos, porque sabemos que fuera de aquí hay mucha inseguridad y que cuando salgan de sus clases se vayan a sus casas.”
Finalmente, señaló que están en constante comunicación para evitar, en lo posible, incidentes. “Tenemos total comunicación con los vigilantes privados de la entrada, total comunicación con el municipio durante cualquier situación que veamos rara, como de carros estacionados; nos comunicamos inmediatamente para que den sus rondines y nos ayuden en ese aspecto.”