El presidente de la Asociación de Usuarios de Agua del Río Chalma señaló que el sector enfrenta diversas dificultades.
Zona poniente.- El alto costo del fertilizante, la falta de apoyos para incentivar los cultivos, la baja captación de recursos económicos por la venta de los productos y la falta de infraestructura necesaria para sobrellevar problemas de escasez de agua son los principales problemas que enfrenta el campo en los municipios de la región surponiente, señaló Gilberto Orihuela Melgar, presidente de la Asociación de Usuarios de Agua del Río Chalma, con sede en Tetecala.
En entrevista, el presidente de la Asociación destacó que las necesidades son muchas, pero la peor crisis que enfrentan es por la falta de infraestructura adecuada para hacer frente a la escasez de agua, aunado al alto costo del fertilizante.
Agregó que son varios los factores los que están afectando al campo: “Se trata de varios factores; entre ellos, la falta de apoyos económicos y tecnológicos para incentivar los cultivos, además de que existe una baja captación de recursos económicos por la venta de nuestros productos. En el caso de la caña, el precio nunca es estable y para otros cultivos, la variación es peor”, dijo.
Orihuela Melgar mencionó que en el tema del agua no cuentan con la infraestructura necesaria para sobrellevar problema de escasez del recurso; sumado a ello, el río Chalma en estos momentos está seco.
Reconoció que ante esta situación, existe el riesgo de que se reduzca la superficie agrícola en la región, ya que hay muchos productores que no logran contar con los recursos necesarios para hacer frente a la siembra.
“La situación es complicada y esto vuelve poco rentable esta actividad para el campesino, trabajar en lo que él sabe hacer; es decir, producir y vivir de las cosechas, ya no es rentable”, citó.
Mencionó que a lo largo de los años, esto ha provocado que los campesinos inviertan más al campo principalmente en fertilizantes, dejándolos descapitalizados a lo largo de los años, ya que esta acción no es garantía de buena producción si no caen las lluvias como se requiere. “A esto se suma las lluvias irregulares, brotes de plagas y el incremento de los costos de los insumos”, acotó.