Entre molestos y preocupados, del grupo de usuarios sólo dos se animaron a hacer declaraciones de las anomalías en sus tarjetas electrónicas.
Gabriel Reyes Vargas denunció que el viernes pasado realizó un depósito y el sábado, cuando quiso retirar el dinero, se encontró con la sorpresa de que su número de identificación personal (NIP) estaba cancelado.
Señaló que este lunes, al persistir la situación, se entrevistó con el gerente de la sucursal, pero éste lo envió a una consulta telefónica donde no le resuelven nada.
“Mi cuenta no tiene dinero, me mandan a un número 800; me dejan hablando solo y no me dan solución ni el gerente ni nadie. Nos dicen que posiblemente en 45 días, que hay que reportar la tarjeta como robada… Ya no sé ni qué hacer.”
Negó que haya perdido su tarjeta o la haya prestado o reportado como extraviada para que le cancelaran su ingreso.
Sostuvo que tenía por lo menos siete mil pesos en la cuenta que no hallaba cómo recuperar.
“Nos quitaron nuestro dinero. Vilmente se agarraron el dinero. En mi caso, 8 mil 200 pesos, y ahora tenemos sólo cinco pesos de saldo. No hay ninguna explicación, dicen que hay que reportarlo y sacar un número clave. Nos dan largas. Qué hacemos si es con lo que uno vive, cómo nos pueden quitar así el dinero, eso no se vale”, afirmó por su parte Silvia Reyes, otra usuaria entrevistada.
Sostuvo que siempre tuvo su tarjeta en su poder y no pudo ser utilizada por nadie, por lo que el problema es del banco.
Refirió que había mucha gente a la que le estaba pasando lo mismo y se quejaban pero no obtenían una respuesta efectiva de la gerencia, por lo que no descartaban presentar una denuncia para recuperar sus ahorros.
Un auxiliar bancario concedió que el gerente podía ser entrevistado, sin embargo, tenía mucha gente como para atender a los reporteros.