Autodefinido como un empresario “sin collar” Abe Almada sostuvo que existen dos escenarios en la entidad; el primero, donde “todo está bien” y el de la realidad, que tiene a los empresarios en malas condiciones.
“En el escenario político se dice que todo va bien y hay una gran escenografía de medios y en el otro está la realidad que vivimos los empresarios de Morelos, y es que el aforo de visitantes se ha reducido; la gente ha dejado de venir, y tenemos aquí ejemplos muy fuertes de secuestros de gente connotada”.
Aseveró que en los últimos cuatro años y medio, la Secretaría de Desarrollo Económico del gobierno estatal no ha invertido en promoción turística.
“Todo es demagogia, cifras, pero quisiera que enseñen cuáles son los créditos de Ffesol a desarrollo turístico del estado y veremos que ninguno”.
“Hay dos mundos, el de la gente que calla al gobernador del estado (lo que pasa) y le dicen que trabajan, y el de las noticias que no son ciertas”.
Aunque reconoció que la pasada Semana Santa tuvieron un buen número de visitantes, dos días buenos al año no contrarrestan 365 malos.
Estimó que la afluencia turística ha bajado hasta en un 60%, haciendo incosteables los negocios del sector y el gobierno no invierte en promoción.
“Pedimos promoción y apoyo, por ejemplo en la Ciudad de México, no hay ningún promocional que diga visite Morelos. En el caso de los balnearios, éstos han seguido adelante por el esfuerzo de las familias morelenses, pero estamos solos, y si bien aún muchos no han cerrado, algunos ya están a la venta”.
Consideró que la dada la situación, los negocios dedicados al ramo turístico se están volviendo incosteables. “Vean las mesas vacías en los restaurantes, los aforos en los hoteles, no estoy inventando, son datos reales. Si metemos los gastos contables, no salimos. Sin contar seguro social e Infonavit, nomás con los gastos de nómina y electricidad y mantenimiento, cuando te va bien sales tablas o un poquito arriba, pero ya no se ven llegar automóviles y autobuses a la zona como antes, baste darse una vuelta por los restaurantes el fin de semana para confirmar cómo está la situación”.
Dijo que él “no tiene un collar” y dice lo que piensa, mientras que a compañeros empresarios suyos “les truenan los deditos y brincan”.
“Morelos es un estado que está deprimido, aunque con razonamiento, buena administración y sentido práctico, puede despegar, porque Morelos es un paraíso. La gente vale, tanto, que nos hemos defendido y estamos de pie”, enfatizó.