Zona sur. Aunque no se cuentan con estadísticas de años anteriores, la aplicación del alcoholímetro desde hace un mes en diferentes puntos de Zacatepec ha disminuido sensiblemente el riesgo de accidentes, aseguró el director de Tránsito de Zacatepec, Omar Santana López.
El funcionario resaltó que apenas en el pasado 22 de marzo se publicó en el periódico oficial el nuevo reglamento de tránsito de Zacatepec. Enseguida, a partir del día 25 del mismo mes, se implementó el operativo de alcoholimetría, que también entró en vigor, denominado “salvando vidas”.
“Llevamos ocho semanas con el programa, en el que hemos detenido a 35 motociclistas y 168 conductores de automóviles con mayor o menor grado de alcohol”.
Antes, tuvimos accidentes por conductores en estado de ebriedad; a la fecha, sólo hemos tenido uno, que tumbó un poste de luz en lo que era una cervecera en Galeana, con sólo un lesionado, que fue el conductor, apuntó.
Señaló que la mayoría de los infraccionados son jóvenes, lo que ha generado la molestia de sus padres y en contra de la autoridad. “Por ello, les decimos que mejor hablen con sus hijos y que es más económico utilizar un taxi”.
Y es que las sanciones por conducir en estado de ebriedad son altas, de acuerdo con el tipo de intoxicación.
“La ley marca que para quienes den un rango de alcohol de 0.8 a 0.19, que es aliento alcohólico, únicamente se le detiene la placa, tarjeta, o licencia, si está vigente y es del estado de Morelos, de lo contrario se lleva el vehículo al corralón; de 0.20 a 0.38, ya es ebrio “incompleto”. Se le da la misma facilidad. Pero cuando rebasa los 0.40, que es lo máximo de alcohol, tenemos la obligación de sacarlo de la carretera”.
Comentó que aunque se colocan en distintos puntos cada semana, los lugares en donde con mayor frecuencia detienen a personas en estado de ebriedad es sobre los bulevares Cuauhtémoc y 17 de abril, en donde incluso ha habido accidentes fatales.
Deploró que la administración anterior no dejó estadísticas de vehículos detenidos por alcohol o de otro tipo y actualmente, incluso, se da parte al Inegi de estas cifras.
El funcionario rechazó que la medida sea recaudatoria e insistió en que es para salvar vidas. Aclaró que en el caso de personas que dan positivo en el primer o segundo rango, la sanción es de 70 Unidades de medida de actualización (uma’s), que son alrededor de siete mil pesos. Para el tercer caso, la sanción es de 95 umas, que en dinero representa, ya con el certificado médico, 10,100 pesos.
En todos los casos, deberán pagarse también el arrastre y los días de corralón correspondientes.
Para evitar toda esta situación, el director recomendó utilizar el “conductor designado”, que la persona que maneja no haya bebido alcohol o utilizar un taxi.