Los animales muertos son arrojados a orillas de una carretera.
Tlaquiltenango.- Habitantes de la comunidad de Quilamula de este municipio tiran sus reses muertas a un costado de la carretera, muy cerca de llegar a la población, lo que hace que se descompongan al aire libre y generen fétidos olores y riesgo a la salud.
El ayudante municipal de ese lugar, Habacuc García Sánchez, explicó que hace años, la población acordó establecer en ese lugar una especie de cementerio de ganado y así fue, se hizo una fosa y comenzaron a usarla.
Sin embargo, con el paso de los años, se fue llenando y actualmente está saturada. A nadie se le ha ocurrido hacer nada y ahora simplemente tiran las reses o cualquier animal muerto a la vera del camino, poco antes de entrar al pueblo.
“Ya los están dejando en la carretera, donde se les da la gana. Hay una corrupción bien horrible, está bien feo de ese lado, y los animales no dejan de estar muriendo, eso no merma”.
Deploró que esté a la entrada del pueblo, ya que es la presentación del mismo y apenas se realizó la Feria del Queso, lo que generó mala imagen para quienes pasaron por el sitio.
Interrogado acerca de si no se ha reportado alguna enfermedad que cause la muerte del ganado, García Sánchez consideró que la mortandad no se debe a eso, sino tal vez a la falta de cuidados. “A veces no se les ponen vacunas o no se les da la medicina adecuada o lo que es necesario”.
Aclaró que sólo los pobladores de Quilamula pueden tirar ahí a sus animales, por lo que para otras personas está prohibido.
Aunque el problema ya lleva un buen tiempo, reconoció que no han informado a las autoridades municipales. “No lo hemos reportado porque no tenemos otra área en dónde tirar a los animales. Si decimos que no queremos que arrojen a los animales ahí, necesitamos un lugar para ello, necesitamos encontrar un área”.
Aunque también se ven residuos de basura, el ayudante aseguró que no se permite tirar los desechos sólidos.
Reiteró que necesitan buscar otro lugar para poder enterrar como conviene a los animales muertos.
Por su parte, el jefe de del departamento de Salud del Ayuntamiento, Geovanni Marín Cervantes, se reservó a hacer cualquier tipo de declaración al respecto.