La síndica llama a autoridades estatales a poner atención en el tema de seguridad en el municipio, luego del atentado que sufrió el secretario municipal.

Xoxocotla.- Tras los hechos registrados en el que sufrió un atentado en su casa el secretario de este municipio, Jorge Luis García Quiroz, la síndica municipal, Silvia Herrera Rivera, exhortó al fiscal general del estado, Uriel Carmona Gándara, y a autoridades estatales a que pongan atención en el tema de la seguridad de Xoxocotla, pues los funcionarios se sienten desprotegidos y preocupados por sus familias, dijo la síndica.

Aseguró que desde el viernes pasado le fue quitada la seguridad asignada por indicaciones del presidente municipal, Abraham Salazar Ángel, sin previo aviso.

Lo anterior, ante el ataque del que fue víctima el secretario municipal, Jorge Luis García Quiroz, a quien amenazaron para que deje el cargo y se vaya del municipio, pues, de lo contrario, atentarían contra él o su familia, comentó Herrera Rivera.

La funcionaria recordó que Xoxocotla es uno de los municipios que se encuentra dentro de los primeros lugares en violencia de género, al tiempo de exponer su temor y angustia al quedar desprotegida en un área donde funge para reconciliar a familias y problemas legales.

Por ello, solicitó las mismas condiciones de seguridad que tiene el alcalde, Abraham Salazar, con dos escoltas que lo resguardan las 24 horas del día.

Apuntó que tras el asesinato del exalcalde Benjamín López Palacios ella quedó como presidenta municipal por un estimado de dos meses, tiempo que la sala regional tardó para dar una resolución de quién sería el nuevo presidente de Xoxocotla.

En dicho lapso al frente de la alcaldía, la síndica señaló que recibió amenazas de muerte escritas y enviadas a su teléfono celular, lonas e incluso se llegó a la intimidación con detonaciones de arma de fuego afuera de su domicilio. 

Por ello reiteró el llamado a las autoridades estatales a que pongan atención en Xoxocotla, que se encuentra hundido en la inseguridad, a tal grado que la síndica y otros integrantes del Cabildo temen por su integridad y la de sus familias.